La Comisión Electoral tramita un nuevo caso de disolución del partido gobernante

  • Bangkok.- La Comisión Electoral de Tailandia entregó hoy a la Fiscalía, para su posterior trámite ante el Tribunal Constitucional, una petición de disolución del Partido Demócrata del primer ministro del país, Abhisit Vejjajiva, por financiación ilegal en 2005.

El Gobierno anuncia la entrega del viceprimer ministro a la Policía, como exigían los camisas rojas
El Gobierno anuncia la entrega del viceprimer ministro a la Policía, como exigían los camisas rojas

Bangkok.- La Comisión Electoral de Tailandia entregó hoy a la Fiscalía, para su posterior trámite ante el Tribunal Constitucional, una petición de disolución del Partido Demócrata del primer ministro del país, Abhisit Vejjajiva, por financiación ilegal en 2005.

El secretario general de la Comisión Electoral, Thanit Sriprathet, explicó a los periodistas que el caso en cuestión se refiere a los 258 millones de bat (casi 8 millones de dólares o 6,2 millones de euros) que el Partido Demócrata recibió de la empresa TPI Polene para las elecciones de 2005 y que vulnera la Ley de Partido Políticos.

La oficina de los abogados del Estado recibió cinco cajas con toda la documentación necesaria parar presentar el caso legal ante el Constitucional.

Esta es la segunda petición de disolución que la Comisión Electoral inicia contra el partido gobernante, después de que a finales de abril iniciase el mismo procedimiento por el presunto uso indebido de un préstamo concedido para las elecciones de 2005.

De ser hallado culpable, el Partido Demócrata, el decano de la arena política tailandesa, será disuelto y los miembros de su ejecutiva inhabilitados para desempeñar cargos públicos durante cinco años.

Tailandia se encuentra inmersa en la profunda crisis política producto de la lucha entre los detractores y seguidores del prófugo ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en la asonada de 2006.

Los seguidores de Shinawatra, más conocidos como los "camisas rojas", se manifiestan en Bangkok desde mediados de marzo para presionar al Gobierno a convocar elecciones anticipadas.

Las protestas, que durante las primeras semanas fueron pacíficas, se han cobrado cerca de 30 muertos y 1.000 heridos.

El primer ministro tailandés ofreció la semana pasada llamar a las urnas el 14 de noviembre y esbozó un plan que todavía discuten los dirigentes de los "camisas rojas".

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