La pugna entre Madrid y Cataluña por liderar la economía española dio un vuelco hace cinco años, cuando la comunidad capitalina supero en términos de PIB a la región catalana. Tras la fuga de empresas por el 1-O y los efectos de una dura pandemia, la posición de Isabel Díaz Ayuso se ha consolidado y va camino de mantenerse un lustro por delante de la nueva Generalitat de Pere Aragonès. Los datos demuestran que la comunidad madrileña ha ido avanzando en algunos sectores y ha disminuido las ventaja que le llevaba Barcelona y la comunidad de Cataluña. Sus ventajas fiscales han sido uno de los mayores atractivos para los ciudadano y tiene la mayor renta per capita.
Las cifras también denotan que en el primer cuatrimestre de 2021 se crearon más empresas en Madrid que en ninguna comunidad. Y durante la pandemia sufrió menos que Cataluña. Ahora, Madrid está poniendo en marcha obras ambiciosas para hacerla aún más atractiva, mientras Cataluña trata de sacar adelante grandes proyectos para revitalizar la economía, pero las peleas políticas le hacen perder un tiempo precioso.
En 2016, Madrid ya superó a Cataluña en producto interior bruto PIB. Entonces, todavía no se habían retirado multitud de empresas de Cataluña debido a los desafíos independentistas (2017). Pero la supremacía de Madrid ha continuado en 2019 y se mantiene fuerte en este ejercicio: Madrid tuvo un PIB de 240.130 millones de euros, y Cataluña, 236.800 millones. En aquel año, Madrid fue la comunidad que más creció. Ahora parece ya que la distancia se mantiene a favor de la comunidad capitalina. En todos los restantes datos macroeconómicos, Madrid supera a Cataluña: tiene menos déficit, menos deuda, menos desempleo y menos inflación.
Como era de esperar, ambas comunidades sufrieron el efecto de la pandemia en 2020. El PIB cayó en las dos. Pero Cataluña sufrió más en términos absolutos y relativos pues redujo su PIB hasta los 208.397 millones de euros: cayó un 11,5% con respecto al año anterior. En cambio en Madrid, aunque cayó un 10,5%, al final en términos absolutos fue de 215.300 millones. Sigue siendo la comunidad más productiva de España. La política de Madrid de mantener abiertos los comercios y el ocio con limitados toques de queda u horarios restringidos ha dados sus frutos. Cataluña en cambio ha sufrido más limitaciones, lo cual ha ocasionado menos actividad económica.
Alineación política y ventajas fiscales
La Comunidad de Madrid y la Alcaldía están gobernadas por personas del mismo partido político, el PP. Eso asegura la conjunción de intereses y desbloquea los conflictos. En cambio, al frente del Govern de Cataluña está un partido (ERC), mientras que la alcaldía de la Ciudad Condal está gobernada por los Comunes. En mayo escenificaron una “nueva etapa de colaboración” en cuestiones sociales y económicas, y en la gestión de los fondos europeos Next Generation. Pero durante un año se perdió mucho tiempo ya que la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, tenía profundas diferencias con el anterior presidente Quim Torra (PdCat) en muchos aspectos económicos. Se ha perdido un tiempo precioso.
En el ámbito fiscal, todo se centra en el impuesto de Sucesiones y Donaciones, sobre cuyas ventajas comunidad y alcaldía madrileñas han creado un frente común contra el deseo del gobierno central y de algunos políticos catalanes de eliminar esas exenciones. Madrid es el paraíso del impuesto de Sucesiones: la comunidad bonifica el 100% de estas operaciones. En cambio, los ciudadanos que tengan su domicilio fiscal en Cataluña viven un pequeño infierno: tienen que pagar entre el 7% y el 32%, en ese tributo. La cuestión es que Cataluña es la comunidad con más empresas: tiene más de 600.000 pymes, con lo cual, cuando fallece el fundador, parte de la riqueza acaba en manos del gobierno local.
El peso de los impuestos de la Comunidad de Madrid es una de sus grandes ventajas. El tipo mínimo del IRPF en Madrid es de 18,5% y en Cataluña, del 21,5%. Y el máximo en Madrid es del 43,5% mientras que en Cataluña es del 48%. Es decir, la Comunidad de Madrid se queda menos dinero de los madrileños. En teoría, eso puede suponer menos ingresos para el gobierno local. Pero lo recupera por otras vías porque la renta disponible de los madrileños se gasta en más consumo, y lo cual repercute en la actividad económica de la cual el gobierno madrileño puede obtener más ingresos.
Turismo en medio de la pandemia
Cataluña superó a Madrid en 2020 en número de turistas extranjeros. A pesar de la pandemia, tuvo casi 3,9 millones de turistas. Madrid en cambio tuvo 1,7 millones. Sin embargo, hay un dato curioso. En la pandemia, Madrid perdió en proporción menos turistas que Cataluña. Por ejemplo, Cataluña perdió el 80% del turismo internacional, y Madrid el 78%. A esa caída en Cataluña ha contribuido el alto índice de contagios que ha sufrido periódicamente esa comunidad.
El aeropuerto Madrid-Barajas es el número 1 de España a pesar de que no es la comunidad más turística. En 2019 tuvo 61,7 millones de pasajeros, mientras que El Prat tuvo 52,7 millones. Las cosas cambiaron en 2020 por la pandemia. El tráfico de pasajeros se derrumbó. Ahora bien: El Prat perdió el 76% de su tráfico de pasajeros en ese periodo, mientras que Barajas perdió el 73% de sus pasajeros, tres puntos menos. En algunos meses de 2021, el aeropuerto de Palma superó al de Barcelona en pasajeros.
Castellana Norte o la renovación de Barcelona
Madrid va a acometer en los próximos años una de las ampliaciones más ambiciosas de su historia: el llamado Castellana Norte. Es proyecto con 25 años de historia (de burocracia). Serán 330 hectáreas con unas 10.500 viviendas ―el 20% de ellas protegidas―; habrá un nuevo distrito financiero; tendrá la torre más alta de España y ofrecerá más de 400.000 metros cuadrados de zonas verdes. Es el mayor proyecto de regeneración urbana de Europa. Esta obra colosal que supondrá el desafío de cubrir la red de vías de la estación de Chamartín, y reformar la misma estación y reorientar los nudos del norte de la capital. La operación urbanística supondrá la inversión de más de 20.000 millones de euros, y creará 300.000 puestos de trabajo. Además, hay un proyecto aún mayor en los terrenos de la T4 (aeropuerto), AENA: se pretende que 562 hectáreas sean desarrolladas, de las que 270 hectáreas será edificables y otras 140 para zonas espacios verdes. Ese proyecto aún está en la mesa de diseño pero podría ver la luz muy pronto.
A la revolución que espera Barcelona le llaman la segunda ola de renovación urbanística. Son 20 proyectos con los que esperan crear 100.000 puestos de trabajo. Hay incubadoras de industrias creativas, laboratorios de experimentación de comida, renovación de La Fira y del edificio de Correos. A ello se suma la transformación de Mercabarna, así como de edificios de fábricas que pasarán a ser de viviendas. El proyecto más ambicioso es Barcelona Innovation Coast (BIC): planea crear 40.000 puestos de trabajo y tener unos 235 millones de euros de impacto económico en diez años. Serán 25.000 hectáreas situadas entre la Gran Via y la costa, y desde Montjuïc al Besós. La idea es ser un foco de atracción de universidades, centros de investigación, empresas emergentes, inversores, asociaciones de todo tipo. Por ahora, gran parte de todos esos proyecto está en las mesas de diseño.
Hace poco la Unesco concedió a una parte de Madrid el honor de entrar a formar parte del Patrimonio de la Humanidad. Se reconoció el eje Prado-El Retiro: se trata de un espacio de 190 hectáreas de terreno urbano, del cual el 75 % son espacios verdes, e incluye seis museos. Es la primera vez que la ciudad de Madrid entra en el Patrimonio. Todavía le queda mucho para superar los nueve sitios de la Ciudad Condal que son Patrimonio de la Humanidad, la ciudad con más galardones.
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