La constitución catalana entra en 'fase de enmiendas'

La Constitución catalana en la que ha colaborado el juez Santiago Vidal, que ha sido suspendido tres años por ello, ha entrado en 'fase de enmiendas', lo que supone que está recogiendo sugerencias de los ciudadanos antes de que el proyecto sea entregado en el Parlamento catalán.
Así lo indicó este viernes a Servimedia Joan Matamalas, director de la Fundació Librería Les Voltes, que es la entidad promotora de la Carta Magna catalana, cuya primera versión se dio por terminada el pasado 31 de enero.
En este sentido, Matamalas explicó que lo que está haciendo su fundación es elaborar una propuesta de norma fundalmental catalana, con idea de que sea asumida por el Parlamento autonómico en el caso de que esta comunidad autónoma se convierta en un Estado independendiente.
La propuesta de Constitución se ha elaborado a lo largo del último año y fue presentada en público el pasado 31 de enero. Ahora, está disponible para su consulta pública en la página web 'www.unanovaconstitucio.cat'.
Tal y como explicó el director de la Fundació Librería Les Voltes, cualquier persona, una vez que se registre en esta página, "podrá debatir sobre los 97 artículos que ha propuesto este colectivo". De esos 97 artículos, los ciudadanos podrán escoger cinco, en los que podrán presentar una enmienda en cada uno, o bien, hacer tres enmiendas y proponer dos adiciones de nuevos artículos.
"SE ENTREGARÁ AL PARLAMENTO"
Asimismo, los ciudadanos podrán votar los 92 artículos restantes que componen la Constitución. "De esta forma, todas las personas que quieran particpar podrán mostrar su opinión y ayudar a formar esta proposición de la Carta Magna catalana", afirmó Matamalas.
Por último, este promotor de la Carta Magna catalana explicó que, después de unos meses en los que recogerán todas las enmiendas presentadas por la población, un grupo de juristas se encargará de "transformarlas en ideas".
Al finalizar este proceso, el proyecto de Constitución se entregará la propuesta al Parlamento catalán, para que, en el caso de que estudie redactar una norma fundamental ajena a la española, se tengan en cuenta "todas las opiniones de los que hemos participado y de todos los ciudadanos".