La Corte de Arbitraje de Madrid se lanza con ambición al ámbito internacional

  • La Corte de Arbitraje de Madrid ha emprendido una ofensiva para fomentar su internacionalización y convertirse en una gran referencia como corte regional especializada en disputas empresariales con Iberoamérica.

Miami (EEUU), 10 nov.- La Corte de Arbitraje de Madrid ha emprendido una ofensiva para fomentar su internacionalización y convertirse en una gran referencia como corte regional especializada en disputas empresariales con Iberoamérica.

Así lo explicó a Efe su presidente, Miguel Ángel Fernández Ballesteros, que participa en Miami (Florida) en "Arbitraje Internacional en América Latina, 10 Aniversario", una reunión a puerta cerrada organizada por la Cámara de Comercio Internacional.

El arbitraje de negocios es una forma de resolver un litigio sin acudir a la jurisdicción ordinaria. Las cortes de arbitraje ofrecen ese servicio: servir de árbitro entre empresas incapaces de llegar a un acuerdo y que no quieren meterse en juicios.

Al recurrir al arbitraje, ambas partes se comprometen a acatar lo que la corte decida, con la garantía de que el proceso va a ser confidencial, y más barato, rápido y discreto que a través de los tribunales.

Cuando el litigio es entre partes de dos países diferentes es habitual recurrir a una corte de un tercer lugar que ayude a garantizar el carácter neutral de su decisión.

Según detalló Fernández Ballesteros en una entrevista con Efe, en general, conviene que todo empresario que sale a hacer negocios fuera de su país establezca en sus contratos la cobertura de un arbitraje, igual que cuenta con un seguro.

"Es extremadamente importante, porque si no, puedes acabar litigando en los tribunales de un país extraño, cuya judicatura no conoces", explicó.

La Corte de Madrid está especializada en litigios entre empresas, aunque, dado el carácter confidencial de sus trabajos, no puede hacer gala de los asuntos que ha solucionado, aunque sí de la confianza que se ganado, así como del número de asuntos manejados y el importe litigado.

De hecho, el 38 % de los asuntos que maneja son internacionales, así como el 80 % de la cuantía (el dinero que por el que se litiga).

"Madrid está muy bien situada para ser una corte regional", como lo es Singapur para Extremo Oriente, Cairo para las relaciones mediterráneas entre musulmanes y europeos o Estocolmo para los países al este del antiguo telón de acero y Europa, argumentó su presidente, que quiere potenciar aún más ese perfil internacional.

Por ello, una de las escalas necesarias es Miami, un lugar de arbitraje muy conocido, ya que aquí "se estudia, se practica y se desarrolla" el arbitraje con Iberoamérica.

En Miami se celebra todos los años una reunión de arbitraje donde se dan cita "muchos europeos y estadounidenses interesados" en el arbitraje con Iberoamérica.

"La Corte de Madrid es la única española con vocación internacional, por lo que tenemos que estar aquí", explicó Fernández Ballesteros, quien defendió que la institución que preside es una corte "ya madura (con más de dos décadas de vida) y la más importante de España (unos 170 litigios anuales y una cuantía de más de 3.000 millones de euros), y está internacionalizándose".

En este sentido, reconoció que es "especialmente interesante" ahondar en el ámbito iberoamericano, porque "nos resulta más cercano: compartimos el sistema jurídico (el continental), la cultura y la lengua".

"Madrid está funcionando muy bien como corte neutral en relaciones entre países europeos e iberoamericanos", defendió, y todo ello redunda en la propia ciudad, tanto en los ingresos que genera la celebración de arbitrajes (Toronto ingresó el último año unos 300 millones de dólares por actividades relacionadas con el arbitraje), pero también en imagen.

Fernández Ballesteros reconoció que su vocación internacional es "bastante ambiciosa", porque "dar buen servicio de arbitraje a grandes empresas y despachos de abogados no es una tarea fácil", pero defendió que la Corte que preside "ya es bastante conocida" en Iberoamérica y "está preparada para tomar esa dimensión de corte regional".

Este organismo, que depende de la Cámara de Comercio de Madrid aunque asegura gozar de plena independencia, tiene un acuerdo de colaboración "muy intenso" con la corte de arbitraje más importante de Brasil y acaba de firmar otro con México. Ahora aspira a hacer algo parecido en EEUU de cara a litigios con Iberoamérica.

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