La CPI acusa de crímenes de guerra a un responsable de la destrucción de Tombuctú

  • La fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) acusó este martes a un jefe tuareg de Malí de crímenes de guerra por la destrucción de varios mausoleos de la histórica ciudad de Tombuctú en 2012.

Ahmad Al Faqi Al Mahdi, uno de los líderes de Ansar Dine, un grupo islamista radical malí asociado a Al Qaida en el Magreb Islámico (Aqmi), dirigía la brigada de costumbres ("Hesbah") de la ciudad cuando ésta estaba en manos de los yihadistas.

Está acusado de haber dirigido personalmente los ataques en 2012 contra diez edificios religiosos del centro histórico de Tombuctú, incluidos en la lista de patrimonio mundial de la humanidad.

Las destrucciones son "un ataque contra toda una población y contra su identidad cultural", dijo en La Haya la fiscal Fatou Bensouda durante la llamada "audiencia de confirmación de cargos", que sirve para decidir si hay pruebas suficientes para empezar un juicio.

El defensor del acusado calificó a este último de hombre "inteligente y razonable, un intelectual instruido y preocupado por el bien colectivo".

"No se trata de atacar a las tumbas, sino de (...) liberarlas de elementos construidos sobre ellas", agregó Jean-Louis Glissen.

Al Faqi es el primer yihadista encarcelado por la CPI, el primer detenido en el marco de la investigación sobre la violencia de 2012 y 2013 en Malí y el primer imputado por el tribunal por destruir edificios religiosos y monumentos históricos.

Durante la audiencia Faqi, vestido con una camisa blanca, escuchó las acusaciones de la fiscal. "He entendido bien los cargos", afirmó en árabe al juez que presidía la sesión, Joyce Aluoch.

"Es la primera vez que la destrucción de monumentos históricos y religiosos es central en la acusación", afirmó la oenegé Open Society Justice Initiative.

La ciudad de Tombuctú, fundada entre los siglos XI y XII por tribus tuaregs, fue un gran centro intelectual y comercial del islam.

En 2012, la destrucción por parte de Ansar Dine -en nombre de la lucha contra la "idolatría"- de catorce mausoleos de santos musulmanes provocó una ola de indignación en todo el mundo.

Durante la audiencia de confirmación de cargos de este martes, la fiscalía argumentó que el caso contra Al Faqi, de unos 40 años, es lo suficientemente sólido como para juzgarlo. Los jueces disponen ahora de dos meses para decidir si así es.

Según la orden de detención en su contra, Al Faqi es responsable de crímenes de guerra que destruyeron nueve mausoleos y una de las principales mezquitas de la ciudad, la de Sidi Yahia, entre el 30 de junio y el 10 de julio de 2012.

"La conciencia colectiva de la humanidad quedó escandalizada por la destrucción. Estos ataques no deben quedar sin castigo", dijo Bensouda.

En 2013 la CPI abrió una investigación sobre las acciones en Malí de los grupos yihadistas relacionados con Al Qaida, que en marzo y abril de 2012 tomaron el control del norte del país tras la retirada del ejército, acosado por una rebelión predominantemente tuareg.

Los yihadistas fueron luego expulsados a principios de 2013 gracias a una intervención militar internacional liderada por Francia. Pero todavía hay zonas enteras del país que escapan al control del ejército malí y de las fuerzas internacionales.

Tras su destrucción, la Unesco restauró los 14 mausoleos destruidos en Tombuctú, situado a unos 1.000 kilómetros de Bamako, la capital del país.

Muchas oenegés reclaman también justicia para las víctimas de la violencia en Malí en 2012 y 2013 y piden a la CPI que amplíe los cargos contra Al Faqi par incluir las violaciones y las bodas forzadas, entre otros crímenes.

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