La CPI examina 70 cargos por crímenes de guerra contra un exjefe de guerra ugandés

  • La Corte Penal Internacional (CPI) empezó a examinar este jueves 70 cargos por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad contra Donminic Ongwen, un exjefe de guerra ugandés.

Según el fiscal Benjamin Gumpert, Ongwen fue la "punta de lanza" de la sanguinaria rebelión en Uganda del grupo guerrillero Ejército de Resistencia del Señor (LRA), que dejó miles de muertos.

Durante una semana, la fiscalía intentará convencer a la CPI que Ongwen tiene que ser juzgado por estos crímenes cometidos en Uganda entre 2002 y 2005. La oficina del fiscal tiene previsto presentar vídeos e imágenes de un pueblo incendiado, de muertos enterrados a toda prisa o de niños abandonados.

Apodado "La Hormiga Blanca", Ongwen fue uno de los comandantes más temidos de la LRA que dirigía Joseph Kony, que se hizo mundialmente famoso gracias a un vídeo llamado "Kony 2012" de una oenegé estadounidense.

Según la ONU, la LRA mató a más de 100.000 personas y secuestró a unos 60.000 niños, primero en el norte de Uganda y luego en los países vecinos a medida que se retiraba.

Según Gumpert, Ongwen fue la "punta de lanza" de la rebelión y "entrenó personalmente a niños soldados cuya misión era matar y secuestrar a civiles". Según la acusación, Ongwen "tiene una responsabilidad criminal significativa" en los "aterradores" ataques en el norte del país, donde los civiles estaban considerados como enemigos.

"No se trata sólo de una guerra civil sino que la LRA atacaba a los civiles que sólo querían vivir su vida (...) Su filosofía era clara, o estáis con nosotros o en contra nuestra".

Ongwen, de unos 40 años, se enfrenta a 70 cargos distintos, que incluyen esclavitud sexual y reclutamiento de guerra. Por razones de seguridad diez de los cargos no se hicieron públicos, explicó el juez de la CPI. Cuno Tarfusser.

El acusado respondió a la lectura de los cargos asegurando que era "una pérdida de tiempo".

La acusación se concentra en particular en cuatro ataques contra campos de refugiados que huían de la LRA y en los que murieron más de 130 personas, entre ellas varios niños.

En uno de esos ataques, contra el campo de Odek en abril de 2004, murieron al menos 61 hombres, mujeres y niños. "Un individuo fue obligado a matar a un hombre con una maza y a inspeccionar los cuerpos en descomposición, entre ellos el de su padre", según la acusación.

Ongwen fue transferido a La Haya tras rendirse en enero de 2015 a fuerzas especiales estadounidenses en la República Centroafricana. Estados Unidos había ofrecido por su captura una recompensa de cinco millones de dólares (unos 4,5 millones de euros).

La LRA fue creada en 1987 con el objetivo de derrocar al entonces presidente ugandés Yoweri Museveni y crear un régimen basado en los diez mandamientos.

Su sanguinario avance la llevó al sur del Sudán, al noreste de la República Democrática del Congo y a la República Centroafricana, donde también sembró el terror.

Su líder, Joseph Kony, se autoproclamaba profeta y dirigió el grupo con una mezcla de brutalidad, misticismo y técnicas de guerrilla.

Algunos grupos de defensa de los derechos humanos consideran a Dominic Ongwen una víctima porque fue secuestrado cuando era niño y le obligaron a ser soldado, según él, cuando tenía 14 años. Sin embargo la acusación sólo lo considera una circunstancia atenuante.

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