Bucarest.- La victoria por la mínima del presidente Traian Basescu en la presidenciales del domingo, y la acusación de fraude de la oposición socialista, amenaza con agravar aún más la inestabilidad en Rumanía, sumida en una grave crisis política y sin Gobierno estable desde hace siete semanas.
El candidato del socialdemócrata PSD, Mircea Geoana, no ha aceptado la victoria de Basescu, y ya ha anunciado que impugnará los resultados ante la Corte Constitucional y la Oficina Electoral Central (BEC).
"Es evidente que las elecciones presentan signos de fraude masivo", declaró Geoana a la prensa.
La compra de votos, el voto múltiple de un solo ciudadano y las "situaciones dudosas" en varios colegios electorales son las irregularidades denunciadas por Geoana.
Según los últimos datos de la Oficina Electoral Central (BEC), Basescu habría obtenido un 50,3 por ciento de los votos frente al 49,6 por ciento del socialdemócrata Mircea Geoana.
El nuevo presidente deberá designar un primer ministro que sea aceptado por el Parlamento, después de dos meses con un Gobierno interino tras ser derrocado el Ejecutivo de centro-derecha, cercano a Basescu, en una moción de censura.
La mayoría parlamentaria opositora de socialdemócratas, liberales y autonomistas húngaros ha rechazado hasta ahora los dos candidatos a primer ministro propuestos por Basescu.
A la espera de que la Corte Constitucional valide los resultados, el conservador PDL que respalda a Basescu ha anunciado que su primera opción es una alianza de derecha con los liberales del PNL.
Los liberales pidieron el voto para Geoana y firmaron un acuerdo para formar gobierno con los socialistas si su candidato salía elegido.
La negativa de socialistas y conservadores a colaborar uno con otro ha dejado en manos de los liberales la clave para que Basescu logre el apoyo del Parlamento para investir a un nuevo primer ministro.
Hasta el momento, los líderes liberales han manifestado opiniones contrapuestas sobre una eventual colaboración con Basescu.
Rumanía necesita con urgencia un Gobierno firme que prosiga las reformas macroeconómicas acordadas en el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la concesión en marzo de un crédito de 20.000 millones de euros.
La ausencia de un Ejecutivo capaz de acometer las reformas provocó el bloqueo por parte del FMI de la partida del crédito prevista para diciembre.
Con unas cifras de paro y recesión de más del 7 por ciento, el país balcánico es uno de los más afectados en Europa por la crisis financiera.
Su ajustada victoria permitirá a Basescu proseguir el proyecto reformista iniciado hace cinco años, en que las prioridades son la modernización del Estado y la reforma de la clase política.
El pasado 22 de noviembre, más del 75 por ciento de los electores votaron a favor de adoptar el unicameralismo y de reducir el número de parlamentarios en un referéndum no vinculante convocado por el presidente Basescu.
Sus adversarios acusan al vencedor de las elecciones de desempeñar el cargo de una manera personalista, conflictiva y autoritaria.
El primer mandato de Basescu se caracterizó por iniciativas como la apertura de los archivos de la Securitate y la condena oficial del régimen comunista, pero también por la inestabilidad política y los continuos conflictos con Gobierno y Parlamento.
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