La Cruz Roja trata con dirigentes sirios un alto el fuego diario

El Cairo, 3 abr.- El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jakob Kellenberger, se entrevistó hoy en Damasco con altos responsables sirios para tratar el cumplimiento de una tregua diaria de los combates para distribuir ayuda humanitaria.

Kellenberger, que llegó anoche a Siria, se reunió con los ministros sirios de Exteriores, Walid al Mualem; Interior, Mahmud al Shaar; y Sanidad, Wael al Halqi, explicó en declaraciones por teléfono a Efe desde Damasco el portavoz del CICR en Siria, Saleh Dabakeh.

En estos encuentros se analizaron, según Dabakeh, "las medidas para un alto el fuego de dos horas diarias en las zonas conflictivas que permita la llegada de ayuda y evacuar a los heridos".

Además, el presidente del CICR expresó el deseo de la Cruz Roja de visitar a los detenidos en todas las provincias del país y pidió la protección de los equipos de médicos.

Dabakeh aseguró que ese era el objetivo de esta visita, que empezó oficialmente hoy y finalizará el próximo jueves.

En estos días, Kellenberger viajará al menos a la ciudad meridional de Deraa, a donde está previsto se desplace mañana para comprobar la situación humanitaria sobre el terreno.

El portavoz del CICR señaló que durante los últimos dos meses ha habido "avances" en su misión en Siria, que han permitido llegar a nuevas zonas para prestar ayuda a la población, sobre todo con la entrega de alimentos, mantas y materiales higiénicos.

Por su parte, la agencia oficial de noticias Sana informó de que en las reuniones Al Mualem afirmó que Siria continuará dando apoyo para que la misión humanitaria del CICR en cooperación con la Media Luna Roja siria tenga éxito.

Asimismo, Al Shaar trató con Kellenberger, según Sana, la ayuda que el Ministerio del Interior puede ofrecer en la inspección de las cárceles y los encuentros con los presos.

Estas reuniones coinciden con el anuncio de Rusia de que Siria ya ha empezado a aplicar el plan propuesto por el mediador internacional, Kofi Annan, que incluye la retirada de tropas y armamento pesado de las ciudades.

Sin embargo, los grupos opositores denunciaron hoy nuevos ataques de las fuerzas del régimen sirio de Bachar al Asad, que causaron una veintena de muertos, la mayoría en Homs (centro) e Idleb (norte).

La situación humanitaria se ha degradado en Siria, donde desde el inicio de las protestas en marzo de 2011 más de 9.000 personas han perdido la vida, unas 200.000 se han desplazado a otras zonas dentro del país y 30.000 se han refugiado en el extranjero, según datos de la ONU.