Madrid.- La defensora del Pueblo en funciones, María Luisa Cava de Llano, considera que es "muy peligroso anteponer intereses a derechos humanos", en relación con la postura que están manteniendo el Gobierno español y la comunidad internacional respecto a la situación en el Sáhara Occidental.
"Yo sé las dificultades que puede tener el Gobierno, porque gobernar es difícil, pero también me parece muy peligroso anteponer intereses a principios o anteponer intereses a derechos fundamentales y a derechos humanos", ha declarado a Efe la defensora.
La titular en funciones de esta institución considera que "un Defensor del Pueblo no debe hacer política", pero defiende su competencia a la hora de intervenir en la defensa de los derechos humanos.
"Comprendo su problema, lo que no se puede consentir es que un pueblo lleve 35 años en esta situación; creo que Naciones Unidas debería intervenir de forma firme, como ha hecho en Timor, y conseguir que el referéndum se efectúe con todas las garantías para que de una vez cese este problema y cese esta situación, que está llevando a una situación desesperada al pueblo saharaui", ha asegurado.
La defensora ha explicado que conoce la situación del pueblo saharaui porque estuvo conviviendo en los campamentos de Tinduf hace unos años.
"Si es cierto lo que se está diciendo que está ocurriendo o que ha ocurrido en El Aaiún, o que sigue ocurriendo, creo que debería prevalecer la lucha por los principios y derechos fundamentales, sin perjuicio de que entiendo la dificultad que supone gobernar", ha insistido.
La defensora ha planteado la necesidad de que se investigue para averiguar lo que ha ocurrido.
"El problema es que Marruecos no permite la entrada de periodistas, ni la entrada de personas para que realmente puedan decir lo que está ocurriendo, lo que en un principio parece un poco sospechoso", ha opinado.
Para la defensora, "el problema que tiene el Gobierno es que no está seguro de que los hechos que se narran sean la realidad", por lo que insiste en la necesidad de "investigar", e incide en la legitimidad de sus opiniones.
"No puedo evadir las respuestas que se refieren a la defensa de los derechos fundamentales", ha concluido.
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