Iglesias presionará para crear una firma pública de energía y limitar los alquileres

  • Podemos acude a la negociación con Sánchez sin vetos ni exigencias, pero sí insistirá en medidas concretas que ya pidió para la anterior investidura
Pablo Iglesias, junto a Pedro Sánchez tras firmar el pacto de coalición
Pablo Iglesias, junto a Pedro Sánchez tras firmar el pacto de coalición
EFE

Las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos para pulir los detalles del primer gobierno de coalición de la democracia siguen su curso entre la más absoluta discreción. Estas conversaciones están centradas en este momento en el reparto de los cargos y las competencias en el futuro Ejecutivo que presidirá Pedro Sánchez. Pero el futuro vicepresidente, Pablo Iglesias, va a insistir en los encuentros que tenga él mismo con su homólogo o en los que mantenga su equipo con los socialistas en impulsar varias medidas, según ha podido saber La Información. En concreto, se trata de tres asuntos de los que el partido morado ha hecho bandera: la regulación de los precios del alquiler, la creación de una empresa pública de energía y la subida del SMI a 1.200 euros

Estas tres cuestiones forman parte de la ambiciosa agenda social de los de Iglesias, que quieren aprovechar su paso por el Gobierno central para demostrar que cumplen con algunas de sus promesas. Todas ellas formaron parte de las peticiones que hicieron para sellar un acuerdo hace unos meses, aunque finalmente este fracasó. Pero el propio líder del partido ya ha avisado a su militancia de que esta coalición supone que tendrán que "ceder en muchas cosas", como admitió en la carta que les envió este jueves. "Vamos a gobernar en minoría dentro de un Ejecutivo compartido con el PSOE, en el que nos encontraremos muchos límites y contradicciones", apunta en la misiva. En la que añade que su intención principal, además de reforzar a la formación, es "doblar el brazo a los poderosos y de producir transformaciones profundas que hagan avanzar a nuestro país hacia la justicia social". 

Ante este panorama de contar con menos representación en el Congreso tras el 10-N y ser el socio 'débil' de la coalición, el partido de izquierdas ha empezado a delimitar cuáles son las discusiones en las que se mantendrá más firme. Aunque lo que aseguran fuentes internas de Podemos es que no serán "inflexibles" en ningún caso, ya que no están en condiciones de enrocarse con exigencias. "No hay líneas rojas. Hemos asumido que con este porcentaje no podemos cumplir el programa al 100%. Es complicado que el PSOE te dé todo lo que pides con 35 diputados", explica una fuente interna. Es decir, la disposición que mostrarán será la de facilitar en todo lo posible que las negociaciones lleguen a buen puerto. Pero dejando claras esas prioridades relacionadas con luz, vivienda y salarios.

Los deseos de Iglesias para el Gobierno

Yendo al detalle, el anhelo más ambicioso de UP para la próxima legislatura es la creación de esa empresa pública de energía. En su propuesta, que ya pusieron sobre la mesa en las negociaciones con el PSOE tras las elecciones del 28 de abril, señalan que el objetivo que persiguen es que este nuevo organismo sirva para que los consumidores dispongan de una luz más barata. Algo que no es posible simplemente con la creación de una figura de este tipo. El motivo es que el recibo está formado por varios aspectos, como el precio de la energía y los impuestos y costes regulados. Estos dos últimos y sus oscilaciones dependen de la acción que lleven el Gobierno por un lado y la CNMC por el otro. Pero los morados tienen claro que buscarán las fórmulas necesarias para conseguir esta reducción de los precios.

Lo que sí podría hacer esa nueva firma estatal es ejercer de comercializadora que compita en igualdad de condiciones con las compañías privadas. Otro de sus cometidos sería la lucha contra el cambio climático, utilizándola para darle un mayor impulso a las energías renovables. Esto explica en parte por qué Unidas Podemos fija esta cuestión como prioritaria, ya que quiere dotar al Estado de instrumentos que le permitan llevar a cabo sus intenciones programáticas de carácter social. La estrategia de la empresa de energía estaba acompañada de la creación de una vicepresidencia de Transición Ecológica. Algo a lo que el partido va a tener que renunciar debido a la continuidad de Teresa Ribera como ministra del ramo, como publicó eldiario.es. 

Los alquileres y la regulación de sus precios es otra de las cuestiones troncales para Pablo Iglesias. Esta materia fue una de las disensiones más grandes en las relaciones entre ambos partidos desde que Sánchez alcanzó el poder, y que incluso influyó en la investidura fallida del líder del PSOE del pasado julio. UP llegó a denunciar que los socialistas les ofrecieron ocuparse de un Ministerio de Vivienda sin competencias de ningún tipo para poder 'meter mano' al mercado.  Además, los morados votaron en contra del Real-Decreto Ley sobre medidas urgentes en materia de vivienda, alegando precisamente que éste no incluía las medidas necesarias para que se regulase el coste del alquiler de un piso.

En esta nueva dinámica de abogar por el entendimiento entre ambas partes de cualquier manera, lo que quieren conseguir es "intervenir el mercado" para "impedir subidas abusivas mediante el control de precios", a través de "la creación de índices de referencia". Para esto se contaría con los Ayuntamientos, que marcarían los máximos según barrios y zonas. Pero en esto también hay obstáculos, ya que las competencias en este momento pertenecen a las comunidades y a los consistorios. A nivel estatal, quien dispone de capacidad de gestión en este asunto es el Ministerio de Fomento. 

El SMI, lo más sencillo

Aparte de las dos normativas anteriores, la subida del SMI es otra de las fronteras que quiere alcanzar Podemos durante la próxima legislatura. Desde el Gobierno tendrá más influencia para lograr que sus planes salgan adelante, y es un tema en el que están alineados con los socialistas. Ambos partidos llevaron en sus programas la misma propuesta, que estima que su cuantía crezca hasta el 60% del salario medio en el año 2023. En cifras, supondría que el salario mínimo en ese año llegase a los 1.200 euros mensuales. La oposición en este caso viene desde el lado empresarial, ya que la CEOE ha rechazado que éste continúe creciendo en los próximos años. Según los cálculos de la patronal, en 2020 ya estará en los 1.000 euros. 

Las fuentes de Unidas Podemos consultadas por esta redacción apuntan a que, con la excepción del SMI, ven difícil convencer al PSOE de que les ayude a impulsar la regulación de los alquileres y la creación de la empresa pública de energía. Unas discrepancias que creen que no se darán en otros ámbitos que también son de máxima importancia, como puede ser la situación de Bankia o los impuestos a las rentas altas y las grandes corporaciones que apenas pagan impuestos en España. Pero reiteran que, desde una postura de firmeza, tendrán la mano tendida en todo momento. Y que no habrá asuntos que puedan romper el preacuerdo firmado apenas 48 horas después del 10-N.

Mostrar comentarios