La esposa de Humala mantiene el protagonismo y genera polémica en Perú

  • Nadine Heredia, la esposa del presidente de Perú, Ollanta Humala, mantiene el protagonismo en la política de su país, en medio de una polémica desatada tras haber sido elegida presidenta del Partido Nacionalista Peruano (PNP) sin dejar sus actividades como primera dama del país.

David Blanco

Lima, 11 ene.- Nadine Heredia, la esposa del presidente de Perú, Ollanta Humala, mantiene el protagonismo en la política de su país, en medio de una polémica desatada tras haber sido elegida presidenta del Partido Nacionalista Peruano (PNP) sin dejar sus actividades como primera dama del país.

Heredia, una carismática comunicadora de 37 años, juró la semana pasada como presidenta del PNP, del que es cofundadora, y sucedió a Humala en el cargo, una designación que ha recibido críticas de diversos sectores políticos.

A lo largo de los dos años y medio de gestión del actual Gobierno, Heredia ha mantenido una mayor aceptación popular que su esposo, al punto de que muchos políticos, tanto de su partido como de la oposición, destacan el potencial que tiene como líder del nacionalismo para los próximos años.

Quizá por eso mismo, su nuevo cargo motivó la reacción inmediata de opositores, como el expresidente Alan García, quien aseguró que ponía en marcha nuevamente lo que él denomina la "reelección conyugal", un supuesto intento de buscar que sea elegida presidenta en los comicios de 2016.

Esa posibilidad ya ha sido negada en numerosas ocasiones por Heredia, quien esta vez pasó a la ofensiva y aseguró que García debería darse "por bien servido" tras haber sido gobernante en dos períodos (1986-1991 y 2006-2011) y dejar de buscar una reelección vitalicia.

Sin embargo, otros políticos también señalaron que su elección como presidenta del PNP pone en entredicho sus funciones como primera dama, que cumple con mucha actividad, ya que podrían acercarse al proselitismo político ante la cercanía de las elecciones municipales y regionales de este año.

En una entrevista al diario La República, Heredia aseguró que su elección se realizó respetando escrupulosamente el reglamento partidario y enfatizó que "ya tiene mucha chamba (trabajo)" como para intentar postular a algún nuevo cargo.

"Voy a trabajar políticamente desde mi partido. Y cumpliendo el rol de primera dama como esposa del jefe de Estado. No existe el despacho de primera dama, corrijo eso para que no existan malas interpretaciones, yo no manejo recursos públicos", acotó.

Heredia también ha descartado que exista un "poder paralelo" en el Palacio de Gobierno, repartido entre ella y el presidente, aunque dijo que con su esposo tiene una relación muy dinámica en la que ella da su punto de vista en lo que le consultan.

A pesar de ello, sus declaraciones motivaron nuevas críticas de parlamentarios y políticos de oposición, que consideran que Heredia respondió como si fuera candidata a la presidencia y ministra de Estado.

Lourdes Flores, la líder del conservador Partido Popular Cristiano (PPC), comentó que el nombramiento de Heredia hará que todas sus actividades sean cuestionadas, sobre todo para conocer de dónde provienen los recursos que utiliza.

"Ha sido una provocación innecesaria nombrarla presidenta del partido, si tiene todo el poder en sus manos, quién le hubiera discutido sus atribuciones", señaló.

Para Flores, siempre quedará la duda de saber en qué momento Heredia se quita la camiseta de primera dama y pasa a ser presidenta del partido.

Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori y líder del partido Fuerza Popular, tampoco fue ajena a esta polémica e intervino para decir que cree que su trabajo como esposa de Humala colisiona con su cargo de partido.

Keiko, quien perdió las elecciones de 2011 frente a Humala, aseguró, sin embargo, que no le tiene temor a una eventual candidatura de Heredia en 2016, aunque dijo que primero tendrían que resolverse los "problemas legales" que impiden su postulación, ya que la ley electoral prohíbe a la esposa o familiares directos del gobernante presentarse al período inmediato.

En lo que coinciden tanto políticos como analistas es que existe una delgada línea entre las funciones de primera dama y las de presidenta del partido, aunque representantes del oficialismo han asegurado que para evitar malos entendidos se especificará cada una de sus actividades.

Heredia no ha sido esquiva a tratar el tema y ha asegurado que defenderá tanto su derecho a cumplir actividades políticas partidarias como a mantener sus actividades como esposa del presidente.

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