La estatua de Heydar Alíev espera su nuevo destino en bodega en México

  • A unos meses de cumplirse diez años de su muerte, el expresidente de Azerbaiyán Heydar Alíev, virtualmente desconocido en México hasta hace poco, ha saltado a la fama por una polémica estatua suya que hoy fue retirada por el Gobierno de la capital mexicana.

México, 26 ene.- A unos meses de cumplirse diez años de su muerte, el expresidente de Azerbaiyán Heydar Alíev, virtualmente desconocido en México hasta hace poco, ha saltado a la fama por una polémica estatua suya que hoy fue retirada por el Gobierno de la capital mexicana.

Todo comenzó el 22 de agosto del año pasado, cuando fue inaugurada a la vera del emblemático Paseo de la Reforma una imponente estatua de bronce y mármol, en la que puede verse al dirigente azerbaiyano con el rostro serio mirando al horizonte, vestido con traje y corbata.

Pocos vecinos se mostraron indiferentes ante la instalación de esta estatua en honor a un ex jefe del KGB soviético en Azerbaiyán, quien tras la caída de la URSS gobernó su país de 1993 a 2003 y fue sucedido después de su muerte por su hijo, Ilham Alíev. Muchos lo consideran un tirano y lo acusan de corrupción y abusos a los derechos humanos.

De paseo por el "Parque de la Amistad México-Azerbaiyán", donde se ubicaba la estatua, Laura Trujillo ironizó en declaraciones a Efe en octubre del año pasado que le parece "excelente" que empiecen a poner a los "dictadores de otros países" en la ciudad, pero pidió que pongan "también a los mexicanos".

En otro sentido se manifestó Raimundo Navarrete, quien opinó que "independientemente de si ha sido bueno o malo, está haciendo un bien porque (el parque) antes estaba feo, y ahora tiene flores y mantenimiento".

"Ya tenemos nuestros personajes infames; ya tenemos narcos, asesinos, psicópatas. No necesitamos importar gente infame de fuera", dijo a su vez a Efe el escritor mexicano Homero Aridjis.

Además de este monumento, la embajada de Azerbaiyán construyó otro, también con el permiso del Gobierno de Ciudad de México, en recuerdo al "Genocidio de Jodyalí" durante la guerra armenio-azerbaiyana y que no ha causado menos revuelo.

El ministro de Asuntos Exteriores de Armenia, Edward Nalbandián, país al que Azerbaiyán atribuye el supuesto genocidio, expresó durante una visita a México el año pasado el "profundo malestar" de su Gobierno por la decisión de colocar en la capital mexicana una placa y un mapa que "conducen a errores históricos".

Armenia y Azerbaiyán, dos ex repúblicas soviéticas, están enfrentadas desde hace décadas por el enclave de Nagorno Karabaj, un territorio dentro de Azerbaiyán habitado por armenios. La disputa desencadenó entre 1991 y 1994 una guerra que se cobró la vida de unas 25.000 personas y terminó en una tregua que se mantiene precariamente hasta hoy.

El embajador de Azerbaiyán, Ilgar Mujtárov, pidió en una rueda de prensa en octubre pasado respeto para Heydar Alíev (1923-2003) y acusó a Armenia de causar el "ruido" creado en torno a los monumentos.

"Somos conscientes de la campaña mediática impulsada por el Gobierno de Armenia y su diáspora local en un intento de desacreditar el trabajo, la vida y la dedicación del líder nacional de Azerbaiyán, Heydar Alíev", afirmó Mujtárov.

El responsable de la embajada, entidad que costeó no sólo las esculturas, sino también la remodelación de las áreas circundantes por valor de 65 millones de pesos (unos 5 millones de dólares, 3,7 millones de euros), dijo que ambos proyectos "se realizaron de buena fe y con profundo agradecimiento al hermano pueblo de México".

Mujtárov, quien inicialmente había advertido de que si retiraban la estatua de Alíev su país cerraría la embajada y cancelaría inversiones en México por 4.000 millones de dólares (unos 3.000 millones de euros), se mostró confiado en que el asunto se resolviera "de la mejora manera posible", sin tener que implicar a las cancillerías de ambos países.

La magnitud de la polémica motivó que el Gobierno de la capital mexicana creara una comisión para "valorar, analizar y emitir recomendaciones sobre las esculturas".

La comisión, integrada por el sociólogo Gerardo Estrada, el politólogo Gabriel Guerra y el periodista Guillermo Osorno, recomendó el 23 de noviembre retirar la estatua de Alíev y modificar la placa del memorial a Jodyalí, ubicado en la Plaza de Tlaxcoaque, y poner la palabra masacre en lugar de "genocidio".

"No tenemos objeción a que se recuerde a las víctimas, pero sí a que se use de manera incorrecta el término 'genocidio'", señaló el grupo.

Al respecto, Mujtárov anunció que discutiría con las autoridades las recomendaciones de la comisión, tanto en lo relativo a la estatua como al memorial de Jodyalí.

Finalmente, el Gobierno de la ciudad indicó hoy en un comunicado que la estatua de Alíev "ha sido retirada y trasladada bajo los protocolos técnicos necesarios que garantizan la integridad de la pieza escultórica".

Expresó que "continúa abierta la mesa de diálogo, y el objetivo es encontrar el espacio definitivo para que sea reubicada la escultura".

"En tanto esto sucede, la misma estará resguardada por el Gobierno del Distrito Federal (Ciudad de México) o a disposición de la embajada de Azerbaiyán, si así lo determina la sede diplomática", añadió.

De acuerdo con informaciones de la prensa, la efigie fue llevada a una bodega del Gobierno capitalino en el norte de la ciudad.

Mostrar comentarios