La Haya.- La estrategia de la defensa del expresidente liberiano Charles Taylor tuvo hoy éxito al lograr bloquear el juicio en su última fase, tras conseguir que los magistrados aplacen el proceso indefinidamente, en espera de una respuesta a un recurso presentado ante la Cámara de Apelación.
El abogado defensor de Taylor, Courtenay Griffiths, solicitó en ese recurso que se acepte un escrito resumen de sus argumentos finales, el cual fue rechazado en primera instancia por haber sido presentado fuera de plazo.
A principios de esta semana, Griffiths abandonó la sala tras enfrentarse con los jueces del Tribunal Especial para Sierra Leona (TESL) en La Haya, que se mantuvieron firmes en su decisión de no admitir el documento.
El representante de Taylor -acusado de crímenes de guerra- aduce que, si no se acepta el escrito, no puede defender correctamente a su cliente, quien quedaría en una situación de indefensión, con lo que el juicio podría incurrir en un error de procedimiento e, incluso, llegar a anularse.
Los magistrados no permitieron entonces retraso alguno y ordenaron a los fiscales pronunciar sus alegatos finales, a pesar de la ausencia tanto del abogado como del mismo acusado, que rechazó entrar en la sala después de una pausa de la vista.
El letrado, quien hoy se negó a disculparse por esa actitud, se arriesga a un posible juicio por desacato al tribunal.
El juicio al expresidente liberiano ya tuvo en 2007 un falso inicio, gracias a una estrategia semejante a la de esta semana.
En esa ocasión, los fiscales tuvieron que interrumpir sus argumentos de apertura, al negarse Taylor a presentarse en la sala y despedir a sus abogados.
La fiscalía se quejó hoy de las "artimañas" de la defensa y pidió a los magistrados que no admitan nuevas mociones durante el aplazamiento del juicio, que hoy tendría que haber quedado visto para sentencia.
La defensa espera poder pronunciar todavía oralmente sus alegatos finales si la Cámara de Apelación acepta su recurso.
Se desconoce el tiempo que los jueces tardarán en responder la apelación, por lo que el juicio ha sido aplazado de forma indefinida.
Antes de este aplazamiento, se esperaba que los jueces pudiesen emitir su fallo a finales de 2011.
La fiscalía pidió esta semana que se declare a Taylor culpable de los once cargos de crímenes de guerra y lesa humanidad que pesan sobre él.
Los crímenes, presuntamente cometidos durante la Guerra Civil en Sierra Leona (1991-2002), incluyen mutilaciones, violaciones y asesinatos, entre otros.
Los fiscales mantuvieron en sus argumentos finales que Taylor financió y dirigió a los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (RUF) de Sierra Leona a cambio de "diamantes de sangre", lo que rechaza el acusado.
La fiscalía defendió además que Taylor, de 63 años, estaba detrás de la "campaña de terror" de las fuerzas del RUF sobre la población de Sierra Leona.
Desde que empezó en 2008, el juicio ha pasado casi inadvertido hasta este pasado verano, cuando el 5 de agosto testificó la modelo Naomi Campbell, a quien el expresidente liberiano habría regalado "diamantes de sangre".
Campbell dijo que, después de una cena celebrada en 2007 en la residencia de Nelson Mandela en Sudáfrica, recibió unas "piedras pequeñas y sucias" que venían de parte de Taylor.
El conflicto civil que asoló Sierra Leona generó más de 100.000 víctimas y causó unos 50.000 muertos.
Maite Rodal
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