Históricamente el mayor problema del Gobierno Español con los independentismos venían conflicto vasco y la lucha armada. La radicalidad de los procesos soberanistas de Euskadi junto con la violencia terrorista ha supuesto para España un rompecabezas de dificil solución que finalmente ha terminado por disiparse. Aunque los separatismos no dejan de ser un quebradero de cabeza para el Ejecutivo. Desde hace unos años, es el nacionalismo catalán el que ha tomado fuerza mientras el vasco se deshinchaba influenciado en parte por la paulatina desaparición de ETA.
A pesar de las enorme diferencias entre ambos procesos, guardan algunos rasgos en común, y parece haber un vínculo entre moderación y triunfo. Cuando el Partido Nacionalista Vasco decidió moderar su discurso tras el paso de Ibarretxe consiguió recuperar el Gobierno que había perdido por culpa de sus guiños a la radicalidad. Por su lado, desde que el President catalán, Artur Mas, se alineó con Esquerra Republicana y la CUP ha roto relaciones con sus socios de Unió Democràtica de Catalunya y se ha visto obligado a elaborar una lista soberanista en la que ocupará el cuarto puesto con la posibilidad, por tanto, de perder el sillón de la presidencia.
Según el último Euskobarómetro publicado hoy un 55% de los vascos aseguran tener pocos (26%) o ningún (29%) deseo de obtener la independencia del País Vasco, frente al 30% que afirman mostrar "grandes deseos" de una Euskadi Independiente. Los datos muestran como el nacionalismo vasco pierde fuelle y contrasta con la vorágine política que acontece en Cataluña sobre este respecto."Los vascos son más libres que los catalanes"
Narciso Michavila, sociólogo y presidente de la consultora de investigación sociológica GAD3, liga esta disminución de la fuerza independentista en Euskadi a la desaparición de ETA. Según Michavila, los vascos se sienten ahora más libres para hablar y expresar sin miedo sus opiniones. Además, la compara con la situación en Cataluña y asegura que "los vascos son hoy mucho más libres que los catalanes".
El sociólogo cree que el independentismo Cataluña es reflejo de lo ya acontecido años atrás en el País Vasco con Ibarretxe. "La sociedad vasca va por delante de la catalana" la cual, según vaticina, está abocada a seguir los pasos de Euskadi y dentro de unos años los movimientos nacionalistas se verán tan disminuidos como lo están hoy en el País Vasco. "El nacionalismo es la presión social de una élite burguesa pero finalmente el resto de sociedad se revuelve contra ello", sentencia.
Además, acusa a Mas de haber cometido un "error de libro" al haber asociado el independentismo con el debate identitario y lo compara con su homólogo vasco, Íñigo Urkullu, quien liga el nacionalismo a una cuestión de gestión. Lo cual, a juicio de Michavila, resulta una estrategia mucho más inteligente para evitar que los movimientos independentistas terminen en manos de la izquierda radical."Efecto Zapatero"
Por su parte, el antropólogo donostiarra, Mikel Azurmendi, opina que si la hoja de ruta independentista catalana sigue avanzando el "el siguiente será el País Vasco". Para el antropólogo, los partidos no nacionalistas están perdiendo fuerza en Euskadi y señala al ex Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como al principal culpable de la situación vasca y catalana "sus políticas fueron erróneas y aupó a los nacionalismos". "Estamos pagando el efecto Zapatero", sentencia. A Pesar de todo, asegura no fiarse de las encuestas y prefiere tomar los datos del Euskobarómetro con cautela.
Desde el Colegio de Sociólogos de Madrid sugieren que "Cataluña ha eclipsado al País Vasco" y señalan que este hecho junto con la falta de visibilidad de los políticos independentistas de Euskadi son los principales motivos de la pérdida de fuelle del nacionalismo vasco.
El Euskobarómetro también ha desvelado otros datos como que el 66% de los vascos rechaza de pleno la violencia de ETA, lo cual supone un récord histórico. Desde el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) se muestran optimistas con estas cifras y lo achacan a que la actual situación de paz en Euskadi fomenta la libertad de los vascos para expresarse libremente. Aun les preocupa que haya "un 34% de los vascos que no condena totalmente la violencia, es una cifrá altísima que muestra la corrupción moral de una parte de la sociedad vasca". En COVITE creen que todavía "persiste una cultura del odio" que hay que combatir.
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