Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del expresident de la Generalitat, acusa directamente a este último de liderar todo el entramado de corrupción en el que está envuelto la familia Pujol: "Que nadie se engañe: el 'capo' era el padre", ha declarado en la mañana de este martes en el programa Espejo Público de Antena 3.
La declaración de Álvarez ante la Policía en 2012, y que luego reiteró ante la Audiencia Nacional, permitió la investigar los negocios del primogénito de los Pujol.
Álvarez ha criticado que el registro se haya producido tan tarde. Ha dicho que habría que preguntarle al juez Pablo Ruz, que dirigía la investigación hasta que dejó la Audiencia Nacional en abril, por qué cuando ella acabó su declaración en 2013, en la que contaba el movimiento de dinero por parte de la familia Pujol, no ordenó un registro en sus propiedades. "Vamos tarde", ha destacado.
De cualquier modo, Álvarez asegura que los Pujol "deben de estar muy asustados" a raíz de la operación policial que ha registrado el domicilio particular del expresident y tres de sus hijos. Las autoridades también están registrando al menos 14 empresas vinculadas a tres de los hijos del matrimonio Pujol-Ferrusola.
Según Victoria Álvarez, la sensación de seguridad que rodeaba al clan Pujol era total: "Jordi Pujol Ferrusola siempre me decía que a él no le iba a pasar nada"
Además, ha vuelto a resaltar la íntima relación que unía al actual president en funciones de la Generalitat, Artur Mas, con quien fuera su padrino político: "Mas es el octavo hijo de Jordi Pujol".Constante denuncia pública
Tras romper su relación sentimental con el primogénto de los Pujol, Victoria Álvarez se ha destacado por una constante denuncia pública de todos los asuntos turbios de los que fue testigo mientras perduró su vínculo con esta familia. "He colaborado con las instituciones por el bien de España y por el bien de todos", afirma. Asegura que está arruinada tras haber denunciado a su antiguo novio en 2012.
La expareja de Pujol Ferrusola sostiene que los negocios presuntamente ilegales de la familia han seguido funcionando "con absoluta impunidad" mientras ha sido investigados por los tribunales. Pero añade que han debido de estar "muy asustados, porque esta gente es muy cobarde". Ahora se han dado cuenta, según Álvarez, de la probabilidad de que sean detenidos "es muy grande".
También ha criticado que el proceso judicial esté avanzando con suma lentitud. Lo que, a su juicio, les ha permitido destruir pruebas que podrían vincular con hechos delictivos a otros cargos de responsabilidad del Ejecutivo catalán. También cree que estos documentos hayan podido ser escondidos para que puedan servir como objeto de trueque. "Treinta años de estar robando no se hacen tranquilamente sin que haya más conocimiento de otras personas", ha añadido.
"Antes me iba fenomenal. Había montado dos operadoras de servicios especiales de telefonía para venderlas a empresas, acababa de abrir otra empresa de telecomunicaciones que gestionaba "call centres" y que e iba estupendamente y tenía una consultora de intermediación financiera para conseguir créditos. Ahora no tengo nada, estoy en la ruina", ha confesado en una entrevista con el diario ABC.
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