La familia de un "niño robado" en Madrid dice al juez que no vio el cadáver

  • Los familiares de Soledad Monzón, una mujer que ha denunciado el presunto robo de su bebé poco después de nacer en 1980 en el madrileño hospital Gregorio Marañón, han declarado hoy ante un juez de Madrid que en ningún momento vieron al niño muerto.

Madrid, 26 abr.- Los familiares de Soledad Monzón, una mujer que ha denunciado el presunto robo de su bebé poco después de nacer en 1980 en el madrileño hospital Gregorio Marañón, han declarado hoy ante un juez de Madrid que en ningún momento vieron al niño muerto.

Así lo han manifestado a Efe la madre, la hermana y un tío de Monzón después de prestar declaración como testigos ante el titular del Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid, durante más de media hora.

A la salida de los Juzgados de Plaza de Castilla, Rosario Monzón, hermana de Soledad, ha explicado que ha contado al magistrado que, después del nacimiento del bebé el 11 de enero de 1980, "un médico joven" le dijo, "muy afectado", que el niño estaba muerto y ella se lo comunicó a su hermana, pero que no vio a la criatura.

Ha detallado que, con posterioridad, en el mismo hospital, le aseguraron que la causa del fallecimiento fue que la gestación se detuvo y "el feto no se terminó de formar", lo que era "incompatible con la vida", al tiempo que lo consideraron un hecho puntual y no genético.

Por su parte, la madre de la denunciante, Soledad Quevedo, ha indicado que su hija, que tenía 18 años y estaba soltera en esa época, ingresó el 10 de enero "con dolores de parto" y que el niño nació al día siguiente, de madrugada.

La abuela ha apuntado que no quiso ver a su nieto porque creía que "la criatura tenía malformaciones" y ha agregado que el propio hospital se ocupó del enterramiento.

Asimismo, Francisco Quevedo, tío de Soledad Monzón, ha manifestado que ha relatado al juez que cuando fue a visitar a su sobrina un celador que llevaba "un bulto envuelto" le dijo que ése era el niño.

"Confiábamos en los médicos y no teníamos motivo para sospechar otra cosa distinta de lo que nos dijeron", han afirmado los tres testigos.

La denunciante se ha mostrado "muy contenta" por la celeridad en las actuaciones del titular del Juzgado de Instrucción número 36, que ha pedido su historial clínico y la apertura de una investigación a la policía judicial para intentar esclarecer los hechos.

Soledad Monzón declaró el pasado día 19 ante el juez, al que le relató que tuvo un parto prematuro y que cuando su hijo nació le aseguraron que estaba bien y que se lo llevaban a la incubadora.

La mujer pidió entonces al magistrado que supiera "leer en el corazón de una madre" y que no dejara de investigar su caso.

Su letrado, Guillermo Peña, se ha preguntado esta mañana "cómo puede desaparecer del mapa todo rastro del bebé" y "dónde está enterrado el niño".

Peña ha precisado que el Registro Civil recoge el fallecimiento de "una criatura abortiva" en el año 1978, cuando el nacimiento tuvo lugar dos años después, y no hay expediente del enterramiento.

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