La Fiscalía española pide que se juzgue a catorce imputados por la muerte de cinco mujeres jóvenes a consecuencia de una avalancha humana ocurrida durante una fiesta de Halloween el 1 de noviembre de 2012 en un recinto del ayuntamiento de Madrid.
El ministerio público pidió hoy al juez que lleva el caso la imputación formal del empresario Miguel Ángel Flores, gerente de la empresa Diviertt, organizadora del evento, así como de tres responsables de la empresa municipal Madrid Espacios y Congreso (Madridec) y los responsables de la asistencia médica en el evento, los doctores Simón y Carlos Viñals.
También se pide la imputación de otros responsables de las compañías de seguridad Seguriber y Kontrol 34, que esa noche estaban a cargo de la seguridad y el control del recinto.
La muerte de las jóvenes causó una gran conmoción en España porque la fiesta fue organizada por una empresa privada en un recinto público, el "Madrid Arena", donde se superó con creces el aforo permitido.
Este suceso provocó la dimisión del concejal del ayuntamiento de Madrid Pedro Calvo y el establecimiento de más controles sobre las fiestas que se celebran en locales públicos.
La Fiscalía considera que los hechos son "indiciariamente" constitutivos de cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y nueve delitos de lesiones que se deben imputar a doce personas.
Para el Ministerio Público, los doctores Simón y Carlos Viñals han de ser imputados como coautores de dos delitos de homicidio por imprudencia grave profesional.
Por otra parte, el Ministerio Público solicitó el sobreseimiento provisional de la causa con respecto a diez personas, entre las que se encuentran los miembros de la cúpula de Seguridad, Policía Municipal y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid.
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