La franja de Gaza y Cisjordania, una olla a presión en un territorio donde vivir es una odisea

    • Portones, check points o muros regulan las carreteras dentro de un mismo territorio con sistemas propios del apartheid que establecen para quién está permitido una acceso y para quién no.
    • La situación en la franja de Gaza y Cisjordania es insostenible y la violencia está en el ambiente. Una nueva tercera intifada, distinta, empieza a surgir.
Una mujer camina por el paso fronterizo de Qalandia/ AFP
Una mujer camina por el paso fronterizo de Qalandia/ AFP

En los territorios palestinos ocupados, en la franja de Gaza y Cisjordania, los palestinos tropiezan continuamente con dificultades para llevar, simplemente, una vida: construyen barreras, confiscan sus tierras, controlan su consumo de agua. Se niega la dignidad humana a millones de personas, y esto no ocurre de forma ocasional, sino a diario.

Los habitantes de Cisjordania están cansado de ser retenido, privado de sus derechos, invadidos, desterrados, desalojados de sus casas y encarcelados.

Las reglas pueden cambiar de un día para otro sin aviso o explicación. Se levantan controles y viven en un entorno arbitrario, adaptándose continuamente a las circunstancias. Los palestinos miran, sin poder hacer nada, mientras les confiscan la tierra y con el paso de los años, los asentamientos y las carreteras israelíes han ocupado cada día más territorio.

El muro de separación construido por Israel es lo primero que se ve cuando se intenta cruzar a la ciudad palestina de Ramala (considerada la capital de Palestina) desde territorio israelí. Es el conocido paso de Qalandia donde, dependiendo del día, el tiempo para cruzar puede llevar horas. La construcción está acompañada de un puesto de control y un grupo de soldados armados que revisan la identificación del conductor de cada vehículo que entra a Israel.

Según Amnistía Internacional, el 80 por ciento del muro está construido dentro de territorio ocupado de Cisjordania. Siempre se ve al moverse en territorio palestino. Para cruzar de una ciudad palestina a otra, siempre hay puestos de control con militares. Según la organización de derechos humanos israelí B'Tselem,el objetivo del muro es reducir la movilidad de los palestinos a territorio israelí, pero su efecto también resulta en la limitación de acceso a servicios médicos, a espacios de educación y de oración.Confiscación de tierras

La confiscación de tierras es otra de las herramientas de Israel para ocupar los territorio palestinos. Para obtener los permisos que dan acceso a sus propias tierras, los agricultores deben pasar por un laberinto burocrático, donde se les pide que presenten una multitud de documentos que prueben que son los propietarios de las tierras y su lugar de residencia. Casi todos los agricultores pasan horas en las oficinas de la Administración Civil de Israel para solicitar esos permisos. Al final, se rechazan muchas solicitudes por razones de seguridad, por ejemplo, porque un pariente estuvo una vez detenido en una cárcel de Israel.

Además, muchas carreteras de Cisjordania, que antes comunicaban las aldeas palestinas con las ciudades circundantes, están ahora obstruidas con bloques de hormigón, zanjas, terraplenes o puertas de hierro. Los palestinos no pueden hacer planes porque recorridos que en teoría solo deberían durar media hora se convierten en largas odiseas. Portones, check points o muros regulan las carreteras dentro de un mismo territorio con sistemas propios del apartheid establecen para quién está abierta la carretera y para quién no.

Los asentamientos, un obstáculo para la convivencia

Cerca de medio millón de los 7,5 millones de israelíes lo hacen en estos territorios alejados del estado israelí. Según la Oficina Israelí de Estadística, el número de colonos judíos de Cisjordania es 344.779. Todos viven entre los 2,4 millones de palestinos que tienen sus movimientos limitados debido a la política de asentamientos del gobierno Israelí. Mirar un mapa de Cisjordnia es como ver la piel leopardo de un leopardo donde los territorios palestinos están divididos entre sí, situación que dificulta su supervivencia. ¿Por qué los israelíes deciden trasladarse allí? Dos motivos principalmente: económico y religioso.

Por un lado los israelíes que viven en las colonias cuenta con precios de alquiler más baratos que Israel donde la alta densidad de población y la escasez de tierra dispara los alquilares. Por otro, aquellos israelíes, más radicales, eligen vivir allí para apoyar la causa sionista.

Son una mezcla de arquitectura de militar y civil que cumplen una doble función, tanto de ataque como defensa. Construidas en zonas elevadas y en círculos, su posición garantiza tanto el control territorial como el militar. Su aspecto uniforme, en filas ordenadas responde también a estos requerimientos. Además, el estado construye una red de carreteras que facilita la expansión y reduce la presencia militar, al tiempo que deja parcialmente aislados los territorios palestinos.

Desde hace años, los palestinos han tratado de alertar a Israel de la necesidad de avanzar políticamente para resolver el conflicto y evitar un agravamiento de la situación que derivase en una explosión como la actual.

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