La Guardia Civil dice que Sarasola confesó "con todas las garantías" el atentado en Azca

Madrid.- Una agente de la Guardia Civil ha asegurado hoy en el juicio a los cuatro etarras acusados de intentar atentar en la zona de Azca, en Madrid, en 2008, que supieron que la banda planeaba esa acción gracias a la confesión "con todas las garantías" de uno de los procesados, Mattin Sarasola.

Así lo ha afirmado en la primera sesión de la vista -en la que además de a Sarasola se juzga a Igor Portu, Mikel San Sebastian, los tres ya condenados a 1.040 años de cárcel por el atentado de la T-4- la secretaria del atestado policial abierto después de la detención de los dos primeros el 6 de enero de 2008, cuando se tuvo "la primera noticia" de que ETA planeaba atentar en Azca ese mismo año.

Durante su declaración policial, Sarasola detalló "con todas las garantías" la preparación de este atentado y la comisión del de la terminal del aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre de 2006, culpándose de estos hechos a él mismo y a sus compañeros del comando "Elurra".

"No teníamos ningún tipo de información previa sobre el atentado de Azca", ha afirmado la guardia civil antes de insistir en que las declaraciones del terrorista les permitieron "dilucidar una serie de atentados sobre los que no teníamos conocimiento de quiénes habían participado".

Por el intento de atentado en la zona comercial madrileña también está procesado el cuarto miembro del comando, Joseba Iturbide, a quien el presidente de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, ha expulsado durante diez minutos por desobedecer al tribunal y dirigirse reiteradamente a sus allegados que se encontraban entre el público.

"Si vuelve a hacer un gesto le expulso de la sala. Es la tercera vez que se lo digo, ¿me ha oído?", le ha espetado el magistrado, a lo que el presunto etarra ha contestado "sí, sí" girándose de nuevo hacia la presidencia.

"¿Sí, sí? Muy bien, expulsado", ha replicado Gómez Bermúdez, tras lo cual, Iturbide, flanqueado por dos policías, ha abandonado la sala mientras seguía sonriendo a sus simpatizantes, aunque ha vuelto pasados poco más de diez minutos a petición del magistrado.

Al inicio del juicio, que proseguirá mañana, el terrorista, que se ha negado a declarar, ya ha desafiado al tribunal diciéndole: "No quiero saber nada de torturadores como ustedes".

Tampoco el resto de acusados han querido declarar y, como ocurrió en el juicio de la T-4, San Sebastian ha asegurado no reconocer a un tribunal "fascista y torturador".

Los cuatro se enfrentan a la petición del fiscal de entre 30 y 33 años de prisión por delitos de pertenencia a banda terrorista, conspiración para la realización de estragos terroristas y tenencia o depósito de sustancias o aparatos explosivos, y a Portu y Sarasola añade el de tenencia ilícita de armas.

Según el representante del Ministerio Público, para perpetrar el atentado en Azca, Portu alquiló en Irún (Guipúzcoa) un coche con el que los procesados se desplazaron a Madrid vía Zaragoza en los primeros días de diciembre de 2007 con el fin de "mirar el sitio donde colocar un vehículo-bomba", eligiendo el aparcamiento existente entre el edificio de El Corte Inglés y el BBVA.