Negociaciones cruzadas para configurar la nueva Mesa del Congreso de los Diputados tras el resultado electoral del 28-A. El PSOE ha intensificado en las últimas horas los contactos con otros grupos para tratar de conformar una Mesa "progresista" en la que estén representados miembros del Grupo Socialista, de Unidas Podemos, Partido Popular y Ciudadanos, pero cerrando inicialmente la puerta a la entrada de PNV y ERC.
Las conversaciones las están liderando Adriana Lastra, vicesecretaria general socialista, e Irene Montero, por UP.
Elegir a los integrantes de la Mesa del Congreso es un proceso complejo que requiere, primero, una negociación minuciosa entre los grupos y después una votación, con papeleta y en urna, en la que un despiste puede dar al traste todo lo hablado hasta ese momento, informa EFE.
En la época del bipartidismo el proceso no era tan rebuscado porque no cabían tantas combinaciones. Pero ahora, con un Congreso fragmentado y cinco partidos con alta representación, las matemáticas tienen que ajustarse a su condición de ciencia exacta.
Tras la reunión de ayer en Moncloa entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, el PSOE y Unidas Podemos han comenzado un diálogo que inevitablemente incluirá sumas y restas.
El PSOE de Pedro Sánchez parte con ventaja gracias al resultado de las elecciones, y no tanto por su número de escaños, 123, como por la distancia que ha conseguido respecto a los tres partidos del centro-derecha: el PP suma 66 diputados, Cs 57 y Vox 24.
Los socialistas y los parlamentarios electos de Unidas Podemos (42) suman 165 escaños, más que las tres formaciones de derechas juntas (147), y por ello, se harán con el control de la Mesa del Congreso si así lo pactan.
Ello es compatible con que PP y Cs (a priori Vox no entra en las combinaciones) tengan representación en la Mesa si no hay sumas entre otros grupos que superen los 66 escaños populares y los 57 "naranjas".
Cómo se eligen los nueve miembros
En la sesión constitutiva de las Cortes, el próximo 21 de mayo, los diputados electos asistentes (350 si están todos, 346 si el Tribunal Supremo no permite que acudan Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull) eligen en una primera votación al presidente; en una segunda, a los cuatro vicepresidentes; y en una tercera, a los cuatro secretarios.
Las tres se hacen en urna: los diputados depositarán siempre una papeleta con un solo nombre.
Para la elección del presidente tiene que haber mayoría absoluta, y si ésta no sale, se celebra acto seguido una segunda votación con los dos candidatos más votados. Gana aquí quien tenga más papeletas.
Vicepresidentes y secretarios
El sistema de votación de los cuatro vicepresidentes y los cuatro secretarios es el mismo: una sola votación y designación según el número de mayor a menor. Será vicepresidente primero quien tenga más papeletas, vicepresidente segundo quien aparezca a continuación y así sucesivamente.
Un matiz importante: estas votaciones no consisten en síes o en noes a una candidatura, sino en cuantas papeletas llevan el mismo nombre.
Si PSOE y Unidas Podemos efectivamente llegan a un acuerdo para ser mayoría en la Mesa y repartirse los puestos, no tendrán problemas. El presidente que pacten saldría a no ser que todos los demás grupos estén de acuerdo en designar a un mismo diputado.
Puestos para Unidas Podemos
Para que entren candidatos de Unidas Podemos en los demás puestos de la Mesa, el grupo socialista tendría que ceder una parte mayor o menor de su bancada en función de a qué vicepresidencia o secretaría aspiren.
En esos casos, tienen que sumar más papeletas que las 66 del PP o las 57 de Cs, siempre y cuando vayan los dos por separado (y sin Vox u otros).
Podría ocurrir que a ese candidato de Unidas Podemos le secunden los independentistas y nacionalistas, pero ello supondría una negociación distinta que el PSOE, en estos momentos, no contempla.
Antes de las 10.00 horas del 21 de mayo se sabrá la solución a tantas sumas y restas.
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