La iglesia católica atiende a 4,1 millones de personas en sus 8.500 centros asistenciales en españa


La Iglesia católica atendió en 2013 a 4,1 millones de personas en sus 8.490 centros asistenciales en España. Todo ello fue posible por los 870 millones de euros en recursos con los que contaron las diócesis. Una cuarta parte de ellos procedían de la casilla de la Iglesia en la declaración de la Renta, prácticamente la misma cantidad que se dedicó a labores pastorales y asistenciales.
Estos son algunos de los datos que recoge la Memoria de la Iglesia católica, presentada este jueves en Madrid y que hace referencia, entre otras cuestiones, a la labor de la institución en los ámbitos celebrativos, pastoral, educativo, evangelizador, cultural y social-asistencial. El documento está respaldado por la auditora internacional PwC.
Los 2.601 centros educativos católicos (7.229 más que en 2012, entre guarderías, colegios y centros de Formación Profesional) formaron a 1.441.753 alumnos. Además, según la Iglesia, su labor educativa en los 2.453 centros católicos concertados supone un ahorro al Estado de 2.850 millones de euros.
Parte de esa labor se desarrolla gracias a la decisión de contribuyentes que marcan la casilla de la Iglesia en su declaración del IRPF. Según los últimos datos, los españoles asignaron 246,91 millones de euros, millón y medio menos que el año anterior, aunque en porcentaje de declaraciones, se incrementó levemente debido a la bajada de los sueldos por la crisis económica. Aun así, 7,3 millones de declarantes marcaron la casilla de la Iglesia. Esto supone que desde 2006 haya 900.000 declaraciones más a favor de la entidad.
Esa contribución procedente de la Renta supone el 23% de los fondos con los que cuenta la Iglesia, que obtiene el 36% de los recursos de aportaciones voluntarias de los fieles. En total, las diócesis cuentan con unos 870 millones de euros en recursos.
La memoria concreta que la mayoría de los recursos (26%) van a acciones pastorales y asistenciales y conservación del patrimonio y gastos de funcionamiento (25%). El 20% se destina a la retribución del clero, el 11% al personal seglar y el 6% a centros de formación. Y, según los cálculos de la institución, cada euro empleado en la iglesia rinde como 2,34.
La gran mayoría de las personas atendidas (2,5 millones) recibieron la respuesta para mitigar su situación de pobreza. Además, la Iglesia orientó y acompañó en la búsqueda de empleo a 75.000 personas.
INMIGRACIÓN Y DISCAPACIDAD
Colectivos como el de las personas inmigrantes, mayores y con discapacidad también percibieron la acogida de la Iglesia. Así, el documento desvela que atendió a más de 140.000 inmigrantes y más de 84.000 personas mayores, enfermos crónicos y personas con discapacidad. A ello hay que añadir la labor católica en 386 centros de educación especial (que asisten a 3.845 alumnos).
Precisamente el colectivo de la discapacidad está destacado en el documento, que además de los datos relativos al servicio a estas personas por parte de la Iglesia incluye en su versión resumida el testimonio de Enrique Alarcón, del movimiento Frater de Albacete. “Pensé ‘todo se ha acabado’. Pero el Señor tenía otros planes y me dijo: ‘Levántate, coge tu silla de ruedas y anda’”, puede leerse.
Desde hace 40 años, la Conferencia Episcopal Española trabaja en la Pastoral del Sordo, presente en más de 20 diócesis españolas y que atiende de forma directa a más de 1.000 personas con sordera y sordoceguera. Además de otras acciones en favor del colectivo de la discapacidad, recientemente se ha impulsado en la diócesis de Valencia la creación de la Delegación de Personas con Discapacidad, cuya cabeza visible es el sacerdote Vicente Aparicio.
Además, más de 60.000 familias fueron acompañadas en centros de orientación familiar y de ayuda a la infancia y 11.000 jóvenes y niños fueron acogidos en centros para la tutela de la infancia. Más de 23.000 mujeres víctimas de violencia, trata y explotación sexual fueron acogidas y ayudadas.
La Iglesia española trabaja en 70 diócesis españolas, a través de 23.098 parroquias, 616 santuarios y 865 monasterios, en los que prestan sus servicios 18.813 sacerdotes, 10.899 monjas y monjes y 57.986 religiosos y religiosas. Además, España cuenta con 13.000 misioneros (el 70% de ellos en África) y 482 familias en misión, 393 diáconos permanentes y 1.357 seminaristas mayores.
“La memoria incluye un reciente estudio realizado por PwC sobre el impacto económico generado únicamente por las catedrales de España y que se cifra en 411 millones de euros anuales al PIB. Es sólo un ejemplo de la aportación que en este campo realiza la Iglesia a la sociedad”, destacó Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE durante la presentación de la memoria.
La manifestación de la fe de los españoles se reflejó en la celebración de 254.222 bautizos, 249.526 primeras comuniones y 54.149 matrimonios. Cada semana, 7,5 millones de personas van a misa.
Durante la presentación Giménez Barriocanal también quiso recordar “que el sostenimiento de la Iglesia en España depende exclusivamente de los católicos y de aquellos que reconocen la labor que la Iglesia realiza, ya sea marcando la casilla de la Iglesia en la declaración de la Renta, ya sea con sus aportaciones materiales”.
DETRÁS HAY PERSONAS
“Con esta memoria queremos presentar lo que somos, lo que hacemos y con qué lo hacemos”, especificó el director de la oficina de información del Episcopado, José Gabriel Vera, pues “detrás de cada cifra hay personas”.
Una de ellas es Juan Antonio Diego Esquivias, hermano de San Juan de Dios, que trabaja en el centro para personas sin hogar Santa María de la Paz y tiene amplia experiencia en el ámbito de otros colectivos vulnerables, como el de las personas con discapacidad. El religioso manifestó que en el albergue de personas sin hogar “hay empresarios y peritos”, pues ha cambiado la población que precisa ayuda en España.
“La chispa de la Iglesia está en no cerrar las puertas a nadie”, apostilló, para que “el horizonte de muchas personas pueda tener algo de luz”. También denunció que "sigue muriendo gente por el ébola y ya no somos noticia”, destacando el papel que San Juan de Dios tuvo hace un año con la crisis sanitaria protagonizada por dos misioneros españoles infectados por el letal virus.
Precisamente, en el folleto informativo de la memoria también está el testimonio de la hermana Paciencia Melgar, misionera de la Concepción, superviviente del ébola que prestó su plasma para curar a la enfermera Teresa Romero: “Somos hermanos, no importa el color o la raza. Cuando tu hermano grita, ve a ayudarle. Dios nos pide que amemos a nuestro hermano”.
Durante la presentación también tomó la palabra Joseph Anwar, cristiano perseguido que consiguió salir de Pakistán y que en la actualidad reside en Valencia en un apartamento de los Salesianos. “Mi familia está sufriendo ataques de radicales musulmanes desde 1997 por motivo de su fe cristiana”, dijo.
En concreto, su hermana y su cuñado, con cuatro hijos, han sido condenados a muerte por una falsa acusación de haber insultado al profeta Mahoma. “Los radicales musulmanes siempre buscan la manera para perseguir a los cristianos, porque no tenemos los mismos derechos que ellos. Somos perseguidos por la fe”, agregó, denunciando que simplemente por su nombre y porque su documentación refleja su credo sufre discriminación.

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