La India y Pakistán buscarán alcanzar la paz de la mano de los negocios

  • Los primeros ministros de la India, Narendra Modi, y de Pakistán, Nawaz Sharif, destacaron su condición de "amigos de los negocios" como vía para alcanzar la paz en la región, durante su primer encuentro sostenido hoy en Nueva Delhi.

Moncho Torres

Nueva Delhi, 27 may.- Los primeros ministros de la India, Narendra Modi, y de Pakistán, Nawaz Sharif, destacaron su condición de "amigos de los negocios" como vía para alcanzar la paz en la región, durante su primer encuentro sostenido hoy en Nueva Delhi.

"Remarqué al primer ministro Modi que ambos tenemos en común una agenda de desarrollo y de recuperación económica, la cual es imposible alcanzar sin paz y estabilidad en la región", dijo Sharif en una rueda de prensa tras el encuentro con su homólogo indio.

El primer ministro paquistaní había comentado antes en la misma línea al diario local "Hindustan Times" que tanto Modi como él son conocidos como "amigos de los negocios", por lo que pueden "trabajar fácilmente el uno con el otro".

"El comercio es el camino a seguir. Cuando se invierte en otros países, se fortalece la paz, y la paz debería ser irreversible", sentenció la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores de la India, Sujatha Singh, al comentar el punto de vista de Modi al respecto.

Modi juró ayer el cargo como primer ministro tras obtener una aplastante victoria en las elecciones generales -283 de los 543 escaños del Parlamento indio- gracias a un discurso marcado por el crecimiento económico y su fama de buen gestor en Gujarat, uno de los estados más prósperos del país.

La reunión entre Modi y Sharif se produjo hacia el mediodía local en la Casa de Hyderabad, en el centro de la capital india, y en ella los dos mandatarios discutieron también temas como los ataques terroristas de Bombay de 2008.

El comando terrorista que cometió los atentados de Bombay estaba formado por 10 personas procedentes de Pakistán, de las cuales nueve fueron abatidas por las fuerzas de seguridad tras sesenta horas de tiroteos, mientras que el único superviviente fue ejecutado en 2012.

Modi se refirió al juicio en Pakistán relacionado con los ataques de Bombay -que causaron 166 muertos- como "demasiado lento", según el canal local NDTV, y destacó que aunque Delhi desea "relaciones pacíficas con Pakistán", éstas solo se alcanzarán "cuando el terror y la violencia terminen".

Para ello Sharif pidió retomar la "declaración de Lahore", que Pakistán y la India firmaron en esa ciudad paquistaní en 1999 y con la que ambos países se comprometían a establecer medidas de confianza recíproca para la prevención de conflictos.

La reunión de hoy formó parte de los encuentros de Modi con mandatarios de los otros siete países de la Asociación para Cooperación Regional del Sur de Asia (SAARC), que se encuentran en Nueva Delhi con motivo de la ceremonia de investidura ayer del nuevo primer ministro indio.

El encuentro con Sharif se produjo después de que Modi se entrevistase con el presidente afgano, Hamid Karzai, y con el ceilanés, Mahinda Rajapaksa, y centró la agenda del segundo viaje oficial de un mandatario paquistaní en los últimos nueve años a la India.

La enconada rivalidad entre la India y su vecino occidental se remonta a la creación de ambos Estados tras la descolonización británica en 1947 y desde entonces se han enfrentado en tres guerras y varios conflictos menores, en especial por la soberanía de la región fronteriza de Cachemira.

La anterior visita de un mandatario paquistaní fue el viaje que hace dos años llevó durante unas horas al expresidente Asif Alí Zardari a Nueva Delhi, donde se entrevistó con el antecesor de Modi, Manmohan Singh.

Tras su llegada al poder hace un año, Nawaz Sharif anunció su intención de mejorar las relaciones con el rival indio, pero hasta ahora no ha habido avances tangibles, en parte por la desconfianza que alberga el poderoso estamento militar paquistaní.

La victoria en la India del hinduista Narendra Modi, que durante su trayectoria ha tenido una retórica antipaquistaní muy agresiva y al que se acusa de instigar la violencia contra la minoría musulmana de su país, abre un período incierto en las relaciones bilaterales.

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