La izquierda plural acusa al gobierno de imponer un "estado de excepción" a la democracia y suspende toda negociación sobre regeneración democrática


La Izquierda Plural acusó este martes al Gobierno de imponer un "estado de excepción" a la democracia y anunció la suspensión de toda negociación encaminada a aprobar medidas de regeneración democrática y transparencia.
Esa fue la reacción de los portavoces José Luis Centella y Joan Coscubiela ante la inclusión en el orden del día del Pleno del Congreso de los Diputados de un decreto con el que se modifican más de veinte leyes.
Ese decreto, aprobado por el Consejo de Ministros, será convalidado por el Congreso de los Diputados sin apenas tiempo de enmienda y debate por parte de los grupos parlamentarios.
Centella denunció que, si en algún momento el Gobierno quiso dar la imagen de que fomentaba el "Parlamento abierto" y una cierta voluntad de regeneración democrática, con su comportamiento demuestra que era "pura mentira, una tomadura de pelo, pose".
Alertó de que el Gobierno "se ha cargado" toda posibilidad de acuerdo con La Izquierda Plural en todo lo relacionado con la regeneración democrática, porque los diputados de su grupo están "tremendamente indignados".
Cree que ni siquiera merece la pena la consideración de "gobierno democrático" y ha forzado un "punto de no retorno" en la relación con los grupos parlamentarios.
Coscubiela acusó también al Ejecutivo de "pisotear" la Constitución, pese a decir que la defiende, y de ejercer un comportamiento "franquista", pese a reiterar su apuesta por la regeneración democrática. Agregó que no es solo "una cacicada más", sino todo un "estado de excepción" en la democracia.

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