Pristina.- La misión de la OTAN en Kosovo, KFOR, ha pedido a la Alianza Atlántica el envío de un batallón adicional y espera su llegada en cuestión de días, después de una semana de tensiones en el norte de Kosovo.
Así lo precisó a Efe hoy en Pristina el portavoz de la KFOR, capitán Hans Wichter.
"En principio tenemos suficientes tropas pero necesitamos algún relevo. Hay que tener reservas para que nuestros soldados, que están ocupados desde hace una semana, puedan descansar algo", dijo Wichter.
Puntualizó que el comandante en jefe de la KFOR, Erhard Bühler, pidió un batallón adicional, que está integrado por 600 soldados y se sumarían a los cerca de 6.000 militares de la OTAN desplegados en el territorio kosovar.
Las tensiones en el norte de Kosovo, donde se concentra la minoría serbia, se agudizaron desde que el Gobierno de Pristina enviara fuerzas policiales especiales para hacerse con el control de dos puestos aduaneros en la frontera con Serbia.
El objetivo de la operación era vigilar que se cumpla la prohibición de importar bienes serbios, impuesta por Pristina en respuesta a un veto similar de Belgrado a las exportaciones kosovares.
Los serbios de Kosovo reaccionaron con duras protestas y en la frontera se produjeron violentos incidentes, Un policía kosovar murió en un tiroteo y uno de los puestos aduaneros fue incendiado.
Las fuerzas de la KFOR han asumido el control de los pasos de Jarinje y Brnjak, entre Serbia y Kosovo, cerrados la pasada semana tras los choques entre las dos partes, y no permite la entrada de bienes serbios en Kosovo.
El representante de la Unión Europea Roobert Cooper llegó hoy a Pristina para tratar sobre la situación con los líderes kosovares, tras reunirse ayer con miembros del Gobierno serbio.
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