'La Manada' en prisión: así es el módulo en el que duermen con un preso sombra

  • Los cinco integrantes esperarán destino en una cárcel que desde el sindicato USO tachan de obsoleta y saturada. 
Uno de los miembros de La Manada llega a prisión
Uno de los miembros de La Manada llega a prisión
EFE

Instituciones Penitenciarias ha aplicado el protocolo antisuicidio a los cinco integrantes de La Manada detenidos el pasado viernes tras el fallo del Tribunal Supremo, que elevó a 15 años la condena por la agresión sexual de los Sanfermines de 2016. Cuatro de ellos han sido asignados a un módulo ordinario de la prisión de Sevilla I, el 102, y el guardia civil al específico para miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Ahí esperarán su nuevo destino. Mientras, se levantarán a las ocho menos cuarto de la mañana, podrán acudir a algún curso de formación, comprarse una televisión para verla en la celda, ir a la piscina por la tarde o llamar a 20 números de teléfono. Desde hoy conviven con otros 74 presos en un módulo considerado tranquilo en una cárcel que desde el sindicato USO tachan de "obsoleta" y "saturada".

Tras la orden de arresto e ingreso en prisión una vez conocido el fallo del Supremo, la Policía detuvo en Sevilla a los cinco integrantes de La Manada. Hasta ayer estuvieron en el módulo de ingresos, a la espera de los informes preceptivos para que se les asigne módulo. El centro al final ha decidido aplicar el protocolo de antisuicidio, "como en otras ocasiones se hace con presos más mediáticos". Es precisamente por ello por lo que el director del centro salió también a recibirles el día que ingresaron. 

Ahora un preso de apoyo o "confianza" que previamente ha recibido un curso para saber cómo actuar en ciertas situaciones no les quitará el ojo día y noche. Suelen ser voluntarios y no podrán dejarlos solos, deberá hablar con ellos, tendrá que ser optimista... Previamente el equipo de psicólogos le habrá indicado cómo tratarlos, como observarlos... A la hora de buscar ese preso conocido como 'sombra' se intenta que comparta ciertas características con el nuevo interno: "del mismo barrio, mismos estudios, antecedentes similares...".

Así, a partir de ahora José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Ángel Boza y Alfonso Jesús Cabezuelo, este último militar expulsado de las Fuerzas Armadas, se encuentran cada uno de ellos en una celda de un módulo donde predominan los internos de edad avanzada y con destinos, es decir, que salen de la prisión para realizar trabajos. En esta prisión hay 1.200 internos y desde USO consideran que lo adecuado deberían ser "800". Ahora demandan que los que ya están cumpliendo una condena "sean trasladados a un centro más moderno y con mejores instalaciones".  En esta prisión predominan los "presos preventivos que entran y salen, algo para lo que el centro está más preparado por su edad". A la precariedad en las instalaciones suman el que desde hace tiempo no se sustituyen las baja que se van produciendo en la plantilla, lo que "afecta a la seguridad del personal y de los presos". 

Denuncian que para cada uno de los 22 módulos que hay, en algunos casos solo hay un funcionario por turno para vigilar hasta 78 presos.  A las ocho menos cuarto de la mañana hacen el recuento. En quince minutos abren las celdas y se van a desayunar y asear. A las nueve de la mañana empiezan los cursos o trabajos (lavandería, panadería, supermercado...) A la una hay turno de comidas para después, a las dos, volver a las celdas. "Hay quien se compra un televisor para la celda y después, cuando salen libres, se lo llevan". Lo que no pueden tener es móvil. Para llamar cada preso da un total de 20 números a los que poder llamar con una tarjeta. Deben ser números de familiares y previamente la prisión autoriza poder realizar la llamada. Ahora que ha empezado el verano a las cinco menos cuarto vuelve a hacer actividades y entre ellas podrá estar ir a la piscina. Así pasan los días ahora los miembros de La Manada. 

Instituciones Penitenciarias tiene ahora un plazo de dos meses como máximo para la clasificación de grado de los internos de La Manada y la asignación definitiva de centro. En la decisión se tiene en cuenta la petición de los internos y el informe que emita el equipo de técnicos que compone la Junta de Tratamiento.  Por ahora se quedan en Sevilla I, donde fueron recibidos por algún grito desde las ventanas de 'Violetas' "pero no hay mayores problemas". Las situaciones más peligrosas se dan con los presos que llegan por delitos con niños o menores. 

El Tribunal Supremo revocó el viernes la sentencia de La Manada y elevó las condenas para los cinco acusados a 15 años de prisión por un delito continuado de violación con las agravantes específicas de trato vejatorio y actuación conjunta de dos o más personas. Tras el fallo, se emitió una orden de arresto e ingreso en prisión que materializó la Policía Nacional.

A uno de los miembros, el guardia civil Antonio Manuel Guerrero, el tribunal le condenó a dos años más de cárcel, un total de 17, como responsable del delito de robo con intimidación del teléfono móvil de la joven madrileña. Asimismo, la Sala incrementó el importe de la responsabilidad civil a la que tiene derecho la víctima a la cantidad de 100.000 euros.

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