La marca catalana de Podemos cierra filas en el 'no' a Mas tras el apoyo a Forcadell

    • Inscribe el respaldo de cinco de sus diputados a un "acuerdo de grupo".
    • Un sector presiona para un pacto con ERC y la CUP, sin convergentes.
El líder de CDC y 'president' en funciones, Artur Mas.
El líder de CDC y 'president' en funciones, Artur Mas.

El apoyo, este lunes, de cinco diputados de Catalunya sí que es Pot a Carme Forcadell para su investidura como presidenta del Parlament dio un toque de sorpresa al enredado proceso de negociaciones que, desde hace un mes, ocupa a Junts pel Sí y la CUP.
El respaldo podría venir a interpretarse como un imprevisto apoyo para desatascar esas conversaciones.

De acuerdo a la aritmética parlamentaria, Junts, con 62 escaños, necesita del voto favorable de la CUP, con diez, para gobernar, sin que les valga su abstención, porque el resto de formaciones -C's, PSC, PP y CSQP- suman 63 escaños y podrían impedir que la coalición liderada por Raül Romeva formara gobierno. Salvo, y ahí está la lectura, que la lista de Rabell se abstuviese en la votación. De esta forma, Junts podría gobernar sin el apoyo de la CUP pero con su abstención y la de CSQP.

Desde la candidatura de Podemos descartan, no obstante, que se valore esa posibilidad. En ningún caso, sostienen, se dará su apoyo a un gobierno liderado por Mas, o más allá, por cualquier convergente. No es presumible, afirman, que la situación de este lunes en el Parlament se repita en la votación de investidura. Lo de la Cámara catalana, sostienen fuentes de la candidatura, se inscribe a un "acuerdo de grupo", una decisión previamente pactada de dar libertad de voto a los diputados. La indefinición de esta lista le exige, no obstante, un complejo equilibrio entre las propias fuerzas que la componen y llamar a "filas" a sus integrantes para evitar salidas inesperadas.

Rabell nunca ha ocultado su afinidad con el líder de ERC, Oriol Junqueras, y en la formación se presiona para lograr un acuerdo que con republicanos o la CUP para un proyecto de base eminentemente social . "Yo me preguntaría si ERC y sus bases sociales se sentirían más cómodas con un gobierno vertebrado por Catalunya si que es pot o por un gobierno presidido por Mas", dijo Rabell en una entrevista a este diario. Presiones para un acuerdo con Junts (sin Mas) y la CUP

ERC también ha tendido la mano a CSQP, a la que considera imprescindible para llevar adelante su idea de proceso constituyente. Y el propio secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se mostró partidario de un "gobierno de concentración" entre ERC, la CUP y PSC que, en cualquier caso, estaría presidido por su candidato. Rabell ha descartado, en cualquier caso, facilitar un gobierno de Junts "con o sin Mas", mientras el sector independentista de ICV, socio de candidatura, ejerce presión para el pacto con la lista del president y la CUP, siempre y cuando Mas renuncie en favor, preferentemente, del líder republicano.

Ya antes de las elecciones, partidarios de las listas de izquierda firmaron un manifiesto en el que, bajo el título "Más allá del 27-S", pedían el compromiso de estas candidaturas con la "ruptura del actual régimen" en Cataluña y un trabajo conjunto a partir del 28-S "para evitar un gobierno de continuidad", esto es, con la presidencia de Mas. En la base de ese manifiesto estaba la reclamación de la CUP de atender a la "emergencia social" provocada por la crisis. La formación liderada por Antonio Baños desea también propiciar un acercamiento a la candidatura de Rabell, con la que coincide en su prioridad de corte social, mientras prosigue en unas negociaciones complicadas para Mas a medida que avanza el caso del 3%.

La investigación por el presunto cobro de comisiones en el partido del president saliente es para la formación anticapitalista un argumento de peso para tensar los acuerdos que, en cualquier caso, no desea que se dilaten demasiado. Una nueva convocatoria electoral, sostienen fuentes de la formación anticapitalista, no convendría al independentismo.

Junts, por su parte, trata de enfriar la cuestión del candidato para centrarse en temas de programa. La apertura de una agenda social claramente virada a la izquierda, de "rescate ciudadano"-incluso con desobediencia a las sentencias del Constitucional-es una de las condiciones que podrían suavizar un posible acuerdo, y la declaración presentada este mismo martes en el Parlament para un Estado independiente con forma de república, el primero de los pasos en los consensos que se tratan de articular en las mesas negociadoras.

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