La ministra de Justicia admite un malentendido sobre Sarkozy, pero no mentira

  • La ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, descartó hoy dimitir y negó haber mentido sobre cuándo fue informada de que el anterior presidente Nicolas Sarkozy tenía pinchado el teléfono por orden judicial, pero admitió un "malentendido" en la comunicación.

París, 12 mar.- La ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, descartó hoy dimitir y negó haber mentido sobre cuándo fue informada de que el anterior presidente Nicolas Sarkozy tenía pinchado el teléfono por orden judicial, pero admitió un "malentendido" en la comunicación.

"No dimito", aseguró Taubira en una comparecencia excepcional ante la prensa al término del Consejo de Ministros, después de que la oposición de derechas hubiera reclamado su dimisión por haber dicho el lunes pasado que se enteró de las escuchas a Sarkozy por la prensa, que las reveló el pasado viernes.

La ministra precisó hoy que "el malentendido" tiene que ver con que lo que ella quiso decir el lunes fue que no tenía antes de esas revelaciones ni tiene ahora "información ni sobre la fecha, ni sobre la duración, ni sobre el contenido" de las escuchas.

Puntualizó que su departamento fue informado del pinchazo telefónico que dirigían los jueces instructores, por una carta del 26 de febrero pasado del Fiscal General, que le daba cuenta de la apertura de una investigación judicial que implica a Sarkozy, por violación de secreto judicial, tráfico de influencias, complicidad y receptación.

Ella fue personalmente informada por su gabinete el 28 de febrero, y ese mismo día se lo comunicó al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, pero no al jefe del Estado, François Hollande, al que sólo le dio cuenta de este asunto el 4 de marzo cuando los jueces organizaron un registro al despacho y al domicilio del abogado de Sarkozy Thierry Herzog.

Interrogada sobre por qué no pasó la información inmediatamente a Hollande cuando la tuvo, Taubira replicó: "¿por qué se lo iba a decir al presidente de la República?".

Añadió que consideró suficiente dar cuenta al primer ministro: "no tenía por qué importunar al presidente".

Luego, cuando se produjeron los registros, "la información adquirió otro nivel y asumí la responsabilidad de informar al presidente de la República" ya que no podía "exponer" a Hollande "a la ignorancia total".

La responsable de Justicia, cuyo mantenimiento en el Gobierno fue respaldado hoy por Ayrault, afirmó que tampoco comunicó el pinchazo a Sarkozy al ministro de Interior, Manuel Valls, que hoy dijo haberse enterado cuando lo publicó la prensa el viernes pasado.

La ministra se quejó de la polémica que se ha generado sobre lo que ella sabía y las denuncias por parte de destacados miembros de la oposición de un "espionaje político" contra Sarkozy.

A ese respecto, hizo hincapié en que el sumario abierto se refiere a "hechos graves", que las escuchas se habían iniciado en febrero de 2013 y ella no lo supo hasta un año más tarde, y que su acción se guía por el principio de la independencia judicial.

Hollande aprovechó el Consejo de Ministros para recordar que él es "el garante de la independencia de la justicia", así como "otros principios intangibles" como son la separación de poderes y la presunción de inocencia, señaló su ministro de Relaciones con el Parlamento, Alain Vidalies.

Según lo filtrado por la prensa, de las escuchas judiciales se desprende que el abogado de Sarkozy era informado por un magistrado del Supremo de los avances en el caso sobre la financiación de la campaña con dinero de la heredera del imperio cosmético L'Oréal, Liliane Bettencourt.

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