Jaime Mayor Oreja, exministro de Interior, candidato a lehendakari y eurodiputado por el Partido Popular desde 2004 hasta 2014, entre otros cargos, nunca ha tenido pelos en la lengua. Y menos a la hora de hablar del nacionalismo. Vivió en sus carnes la batalla contra ETA y ahora discrepa de las presiones que los partidos constitucionalistas están infringiendo a Arrimadas.
"Es una estupidez, tanta como cuando a Rajoy se le presionaba cuando ganó las elecciones. Arrimadas ha ganado y al que gana no hay que decirle lo que tiene que hacer. Hay que dejarle hacer. Rajoy hizo muy bien en no presentar su candidatura a presidir el Gobierno sin tener los apoyos suficientes y estamos en el mismo caso. Arrimadas hará bien en no hacerlo si no tiene los apoyos, pero es su decisión".
En opinión de Oreja la victoria de Arrimadas es muy importante y "hay que darle un margen de confianza para hacer lo que ella misma quiera hacer".
No parece que el PP y el PSC compartan este mensaje porque desde la victoria de Ciudadanos las presiones para que Arrimadas intente formar gobierno no cesan. Incluso el mundo empresarial está pidiendo que muestre autoridad y tome la iniciativa política para que su victoria no se convierta en una anécdota y la situación en Cataluña no se estanque, lo que sería un peligro para el rumbo económico, no solo en Cataluña.
Desde Ciudadanos, el único paso hasta el momento es esperar un movimiento de los independentistas, también embarcados en cuitas por su liderazgo y con dudas ante los procesos judiciales y sus efectos. La única reclamación del partido de Rivera, amparándose en la autoridad que dan los votos, ha sido reclamar la presidencia del Parlament.
No obstante, el ex-ministro y uno de los hombres que estuvo en la terna de Aznar para poder ser candidato a presidente del Gobierno (al final el elegido fue Rajoy) considera que todo este tema es anecdótico frente a la realidad a la que se enfrenta España. "El nacionalismo se va a unir para lograr un referéndum legal de lo que ahora es ilegal mirando a Quebec".
En este sentido, Oreja considera que es clave la orientación de la reforma de la Constitución. Él lo tiene claro: "Esta debería ir dirigida hacia un reforzamiento de España. Hay que prepararse porque el nacionalismo siempre piensa en la siguiente etapa, aunque también haya divisiones en él, y esa nueva etapa la harán juntos todos los nacionalistas, no solo los catalanes. La pregunta es ¿cómo vamos a prepararnos ante este reto?".
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