La llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno, gracias a una inesperada y exitosa moción de censura, y la irrupción de Pablo Casado en las primarias del PP y su claro triunfo frente Soraya Sáenz de Santamaría -la heredera natural de Mariano Rajoy- para liderar la formación conservadora han sacudido de forma contundente el mapa electoral español, en el que el centroderecha de Albert Rivera llegó a ser protagonista y favorito en los sondeos hace solo unas semanas.
Los nuevos liderazgos en los dos 'viejos partidos', con un Sánchez dispuesto a aferrarse al poder hasta 2020 y comprometido con las políticas sociales para recuperar el electorado perdido y un Casado ligado al discurso tradicional de los 'populares', que ha devuelto la ilusión a muchos votantes conservadores, han reforzado a ambas formaciones, que se colocan ya por delante de Ciudadanos y Podemos en las preferencias de los electores.
Este vuelco en la intención de voto queda patente en la Encuesta Henneo/Metroscopia, realizada entre los días 16 y 25 de julio, dos meses después de la moción de censura de Sánchez y en paralelo a la elección de Casado como presidente de PP -21 de julio-, que refleja que PSOE y PP serían la fuerzas más votadas si se celebrasen elecciones de forma inmediata.
Así, según el sondeo, los socialistas lograrían un 26,6% de los votos -3,9 puntos más que en las elecciones celebradas hace dos años-, mientras los 'populares', que serían la segunda formación más votada, obtendrían un 24,4% de los apoyos, nueve puntos menos que en 2016. Por su parte, Ciudadanos, muy reforzado con respecto a las pasadas generales, tendría el 20,1% de los votos, siete puntos más que hace dos años, pero lejos de los resultados que apuntaban sondeos no demasiado lejanos.
Unidos Podemos, con un 16,1% de los votos, perdería cinco puntos con respecto a los anteriores comicios generales y se distanciaría más de diez puntos del PSOE, su principal rival electoral.
Fidelidad y transferencia de voto
Según recoge el sondeo, el PSOE mantendría a seis de cada diez de sus votantes de hace dos años y conseguiría atraer a un 17% de los que respaldaron a Podemos en 2016 -850.000- y al 7% de los que apoyaron a Ciudadanos, 200.000 electores, 50.000 menos de los que se irían del Partido Socialista a la 'formación naranja'.
Mientras, pese al duro varapalo que ha supuesto para el PP perder el poder por la moción de censura, la marcha de Rajoy y el disputado congreso del que ha salido victorioso Casado, la formación ha resurgido de sus cenizas en un tiempo récord y ha convertido el momento crítico en una oportunidad. El 'efecto Casado' ha logrado reactivar al electorado durmiente del PP.
Una semana antes de la elección de Casado, solo un 46% de los votantes del Partido Popular aseguraba que repetiría el voto y un amplio porcentaje percibía Ciudadanos como un referente más atractivo que su propio partido. Sin embargo, el triunfo de Casado ha dado la vuelta a la situación y ahora el 62% del electorado 'popular' de 2016 repetiría y prevalecen los votantes que se sienten más atraídos por su partido que por el de Albert Rivera, pese a que un 16% tiene intención de votar a Ciudadanos.
Desmovilización en Cs y colapso en Podemos
La fidelidad de votante de Ciudadanos llega al 57% y los cambios en los grandes partidos han comenzado a pasarle factura, ya que en mayo la fidelidad rondaba el 65% y los indecisos eran el 20% frente al 30% actual. Mientras, en Podemos, solo la mitad de sus votantes repetiría su voto, un porcentaje similar al de noviembre de 2017, coincidiendo con la aplicación de artículo 155 y poco antes de las elecciones catalanes.
El PP es el partido que más rechazo genera entre la ciudadanía, ya que el 50% reconoce que nunca votaría a esa formación, seguido de Unidos Podemos, una coalición por la que no se decantaría el 43% de los españoles. Mientras, solo el 20% de los votantes no votaría nunca al PSOE y apenas el 16% a Ciudadanos.
Sánchez y Rivera, líderes de los grandes espacios ideológicos
Albert Rivera ha sido recurrentemente el líder más valorado por los electores, pero desde julio, y ya con un pequeño periplo de Sánchez en el Gobierno, éste ha rivalizado con el responsable de Ciudadanos como líder con mejor imagen. Ambos son aprobados por el 43% de los electores.
Pese a la irrupción de Casado, el líder de Ciudadanos sigue siendo claramente el preferido del centroderecha. Es aprobado por el 86% de los votantes de su partido y por el 76% de los del PP, siete puntos más de los que valoran a Casado.
Algo similar pasa en la izquierda. Sánchez es aprobado por el 76% de sus votantes y por el 66% de Unidos Podemos. Iglesias solo es aprobado por el 32% de los votantes de la izquierda. Rivera y Sánchez lideran claramente la derecha/centroderecha y la izquierda/centroizquierda, un potencial muy importante a la hora de atraer nuevos votantes a su formaciones.
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