La monja argentina Martha Pelloni premiada en España por su solidaridad

Pamplona (España), 30 sep.- La religiosa argentina Martha Pelloni fue galardonada hoy con el Premio Internacional "Navarra" a la Solidaridad 2013 por su trabajo en favor de los Derechos Humanos en su país, especialmente contra la trata de menores, los abusos sexuales y el robo de niños y niñas para el tráfico de órganos.

Según informó el Gobierno de la región de Navarra (norte) el jurado destacó su labor de denuncia, acompañamiento de familias y firmeza en sus posiciones públicas, "que han colaborado en el esclarecimiento de casos, así como en la modificación de prácticas y leyes nocivas que no respetan la dignidad humana".

Este premio está dotado con 25.000 euros (unos 33.750 dólares) y es concedido conjuntamente por el Gobierno de Navarra y la entidad bancaria Laboral Kutxa.

Martha Pelloni, de 72 años, nació en Buenos Aires (Argentina) y es religiosa de la congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas.

En 1990, cuando era rectora de un colegio en la provincia argentina de Catamarca, vivió en primera persona la violación y asesinato brutal de María Soledad Morales, una de sus alumnas, un hecho que marcó su compromiso por los Derechos Humanos de los niños y niñas argentinos.

En ese año Pelloni organizó una "marcha del silencio", la primera de las 82 que encabezó, con el objetivo de avanzar en el esclarecimiento y juicio de los responsables del crimen de María Soledad y para que el Gobierno Nacional decretase la intervención de los tres poderes de la provincia por casos de corrupción y abuso de poder que estaban saliendo a la luz.

Pelloni colaboró asimismo con muchas familias en el esclarecimiento de casos de robo y venta de bebés y en 2008 la Red Nacional Infancia Robada, compuesta por 21 foros sociales que se dedica a la prevención, asistencia y lucha contra el tráfico, la trata y la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes.

La religiosa creó también la Fundación Santa Teresa, entidad destinada a ayudar y capacitar al campesinado, y la Casa de Derechos Humanos en Curuzú Cuatia, que da asistencia a las personas más necesitadas.