La negociación nuclear iraní baja a los detalles con un progreso "prometedor"

  • Sin plazos concretos y con mucha prudencia a la hora de hablar de resultados, Irán y las grandes potencias retomaron hoy en Viena una negociación que ahora bajará a los detalles y cuyo objetivo es dar garantías de que Teherán no fabrique el arma atómica.

Antonio Sánchez Solís

Viena, 18 mar.- Sin plazos concretos y con mucha prudencia a la hora de hablar de resultados, Irán y las grandes potencias retomaron hoy en Viena una negociación que ahora bajará a los detalles y cuyo objetivo es dar garantías de que Teherán no fabrique el arma atómica.

Una meta hacia la que se espera dar ahora un nuevo paso, entrando ya en materia y tratando temas concretos, después de los contactos preparatorios celebrados anteriormente, aseguraron hoy fuentes diplomáticas europeas.

"El progreso hasta ahora ha sido prometedor", señaló en rueda de prensa Michael Mann, portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que lidera los contactos en nombre de la comunidad internacional.

Ashton representa al conocido como Grupo 5+1, que reúne a Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia, mientras que la delegación de Irán está encabezada por el ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif.

La posibilidad de que el aumento de la tensión entre Rusia y Occidente por la crisis de Crimea rompa la unidad negociadora entre las grandes potencias fue descartada por Mann, quien indicó que justo la cohesión es una de las grandes bazas en el diálogo con Teherán.

El portavoz de Ashton dijo que no hay indicios de que Crimea pueda echar sombras sobre la negociación nuclear en Viena, afirmó que este asunto "se discute en otra parte, en otros foros", e insistió en el tema de la reunión de Viena.

"Estamos buscando garantías para la comunidad internacional sobre la naturaleza completamente pacífica del programa nuclear iraní. Eso es lo que estamos haciendo y lo que vamos a continuar haciendo", indicó Mann.

En ese sentido, una alta fuente diplomática estadounidense señaló ya hace unos días que confiaba en que la situación en Crimea "no creara problemas" a la negociación nuclear.

"Esperamos que, pase lo que pase en los próximos días, sean cuales sean las acciones que tomemos nosotros y la comunidad internacional, dependiendo de las decisiones y elecciones de Rusia, que cualquier acción que pueda tomar Rusia no ponga en riesgo estas negociaciones", indicó la fuente, antes del referendo del domingo en Crimea y la petición de anexión a Rusia de esta provincia ucraniana.

Con todo, no se espera que esta ronda de contactos vaya más allá de abrir las negociaciones en los numerosos temas a tratar.

El propio Mann especificó que, si en la reunión de hace un mes las dos partes se centraron en identificar los asuntos a debatir, "el esfuerzo en los próximos días es trabajar en estos temas específicos y bajar a los detalles".

Los temas van desde cuánto uranio enriquecido, de uso civil y militar, debe permitírsele a Irán procesar; qué tipo de instalaciones atómicas puede tener y cómo aclarar las dudas sobre la posible dimensión militar de sus esfuerzos nucleares.

"Se trata de negociaciones serias y auténticas sobre temas esenciales", declaró Mann.

Irán ha insistido en que la negociación sólo pretende demostrar que no tiene ambiciones militares, no renunciar a un programa atómico completo.

Mann reconoció que los contactos pretenden alcanzar un acuerdo "con el que todos estén satisfechos".

Esta reunión de alto nivel es la segunda desde que el pasado noviembre el G5+1 e Irán cerraran un plan de acción a seis meses para alcanzar esa meta.

Por este acuerdo, Teherán aceptó suspender algunas actividades nucleares especialmente preocupantes, mientras que la comunidad internacional se avino a aliviar las sanciones que en los últimos años han ido minando la economía iraní, muy dependiente de la exportación de crudo.

Paralelamente a los contactos políticos, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha logrado un acuerdo con Irán para aumentar los controles y recibir más información, en un intento de discernir de una vez por todas si el régimen de los ayatolás busca o no fabricar un arma nuclear.

Hace más de una década que el OIEA trata de aclarar si el programa atómico iraní es pacífico o no.

Hasta ahora no ha logrado evidencias, pero sí indicios que señalan a posibles dimensiones militares, un temor compartido por Washington, Bruselas e Israel.

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