La noche electoral más corta

  • El PP ha vivido hoy su noche electoral más corta de los últimos años y digiere el sabor agridulce que le han dejado los resultados de los comicios europeos: los ha ganado, sí, pero no ha sacado de casa a 2,6 millones de votantes y no ha logrado uno de sus objetivos, vencer la abstención de los suyos.

Sonia López y Patricia de Arce

Madrid, 25 may.- El PP ha vivido hoy su noche electoral más corta de los últimos años y digiere el sabor agridulce que le han dejado los resultados de los comicios europeos: los ha ganado, sí, pero no ha sacado de casa a 2,6 millones de votantes y no ha logrado uno de sus objetivos, vencer la abstención de los suyos.

Admiten en el partido que ha habido una mayor movilización por la izquierda, fragmentada eso sí, y que en ninguna medida ha beneficiado al PSOE, e insisten en que son los socialistas los que se han llevado el verdadero batacazo.

Lo que ha quedado claro hoy en Génova es que no había nada que celebrar, porque de ser así no se habría desmontado tan rápidamente el balcón tradicional montado en la fachada para saludar a los simpatizantes, que se han acercado en cuentagotas, no se quedaban y nunca han llegado a sumar un grupo nutrido.

No estaban para fiestas, y eso que la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, y el cabeza de lista, Miguel Arias Cañete, han comparecido sonrientes ante la prensa para subrayar su victoria electoral en un momento en el que el partido gobierna gestionando la crisis más dura que ha vivido el país en democracia.

Nadie se atreve a negar que los sacrificios que se les ha exigido a los españoles les han pasado factura, pero insisten aun así que su voto no se ha ido a otra parte. Simplemente, no ha ido a las urnas.

Ponen el ejemplo de Vox, el proyecto de varios expopulares que amenazaba con hacerles daño y no ha logrado, finalmente, representación en el Parlamento Europeo.

Recuerdan en cualquier caso que han sido más de treinta meses sin comicios, en medio de una crisis muy dura y con medidas muy difíciles que tomar que han movilizado a cierto sector ciudadano que en otras ocasiones ni siquiera votaba -y que han puesto en el mapa a formaciones como Podemos y Ciudadanos-.

Asumen pues, el voto -o abstención- de castigo a un partido que gobierna y a pesar de ello gana los comicios, algo que solo ha pasado también, de entre las grandes economías de la UE, en Alemania, como ha recalcado en la comparecencia de prensa Cospedal.

Habrá que esperar a la reunión del lunes, que preside el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, para escuchar del PP un análisis más detallado del primer test en las urnas que les ha tocado pasar desde que llegaron a la Moncloa.

Un examen que, ya hoy, dan por aprobado. Habrá que ver qué nota le ponen mañana.

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