La ONU adopta medidas para evitar el desvío de la ayuda en Somalia

  • Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró hoy que el organismo adoptó medidas para evitar el desvío de la ayuda en Somalia a las milicias islamistas que combaten al Gobierno respaldado por la comunidad internacional.

La ONU adopta medidas para evitar el desvío de la ayuda en Somalia
La ONU adopta medidas para evitar el desvío de la ayuda en Somalia

Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró hoy que el organismo adoptó medidas para evitar el desvío de la ayuda en Somalia a las milicias islamistas que combaten al Gobierno respaldado por la comunidad internacional.

En un informe, el Consejo de Seguridad, que hoy debatió la situación en Somalia, Ban asegura que los responsables de la ONU en el país han puesto en marcha un plan para afrontar los problemas denunciados en marzo por un polémico estudio.

En ese documento, elaborado para el Consejo de Seguridad por un grupo de expertos independientes, se aseguraba que la mitad de los cargamentos enviados por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) eran desviados a una red de distribuidores corruptos, insurgentes islamistas y empleados locales del organismo multilateral.

Para remediar esta situación, se ha creado una base de datos de todos los proveedores y empresarios locales que emplea Naciones Unidas, para facilitar la investigación de antecedentes, explica el secretario general en el informe divulgado hoy.

Asimismo, se han revisado los sistemas de inspección de las transferencias de fondos en efectivo en el país africano.

El secretario general de la ONU también repasa en el documento la "generalizada crisis humanitaria" del país, en el que 3,4 millones de personas (el 43% de la población) dependen de la ayuda internacional para sobrevivir y 1,3 millones han sido desplazados de sus hogares por la violencia.

A ello se unen las violaciones del derecho internacional y humanitario que se cometen en las zonas controladas por los rebeldes islamistas de Al Shabab, que han impuesto en las zonas que controlan una versión estricta de la ley islámica "sharia".

"La población civil en el sur y el centro de Somalia continúa bajo la amenaza de los grupos armados y son objetos de abusos, como lapidaciones, amputaciones, azotes y otros castigos corporales", detalla Ban en el escrito.

Por su parte, el enviado especial de la ONU para Somalia, Ahmedou Ould-Abdallah, restó importancia a la gravedad de las denuncias del grupo de expertos sobre el desvío de la ayuda, que se hallan bajo investigación.

"Estas cosas de los pagos y el PMA se han exagerado", dijo el diplomático en una conferencia posterior a la reunión del Consejo de Seguridad, en la que criticó que se concentre la atención en estos asuntos "más de moda" que en la situación del país.

Asimismo, pidió "guardar distancias" con el trabajo de los expertos, de los que dijo "son un grupo para vigilar el embargo de armas, qué saben de alimentación".

Por otra parte, en su intervención ante el Consejo, el enviado especial de la ONU pidió una extensa participación de la comunidad internacional en la conferencia sobre Somalia que se celebrará el próximo día 22 en Estambul.

"Si no adoptamos los compromisos adecuados y se actúa con acierto ahora en Somalia, la situación, tarde o temprano, nos obligará a actuar más tarde a un precio más alto", advirtió Ould-Abdallah.

A su juicio, la conferencia en la ciudad turca "es una oportunidad excepcional para demostrar que Somalia cuenta con verdaderos amigos que están dispuesto a ayudarla".

En cuanto al aspecto militar del conflicto, el representante de la ONU pidió un aumento considerable de la ayuda que recibe la misión de paz de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), que cuenta con menos de 7.000 efectivos.

Al mismo tiempo, también resaltó la necesidad de mantener el apoyo, en cuestión de salarios y material, a las nacientes fuerzas de seguridad del Gobierno de transición.

Somalia carece de Gobierno estable después de que el dictador Siad Barré fuera derrocado en 1991. Desde entonces, el país vive una permanente guerra civil entre clanes, señores de la guerra y grupos islamistas que lo convierten en uno de los lugares más peligrosos del mundo.

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