La ONU cierra 2012 con reconocimiento a Palestina pero frustrada por Siria

  • La ONU cierra el año 2012 con el histórico reconocimiento de Palestina como estado observador del organismo internacional aunque lejos todavía de alcanzar la paz en Oriente Medio y sin haber logrado poner fin a una cruenta guerra civil en Siria que ha dejado decenas de miles de muertos.

Emilio López Romero

Naciones Unidas, 24 dic.- La ONU cierra el año 2012 con el histórico reconocimiento de Palestina como estado observador del organismo internacional aunque lejos todavía de alcanzar la paz en Oriente Medio y sin haber logrado poner fin a una cruenta guerra civil en Siria que ha dejado decenas de miles de muertos.

Después de que EEUU vetó el año pasado su ingreso en la ONU como miembro de pleno derecho, las autoridades palestinas optaron este 2012 por la llamada "vía vaticana" e iniciaron una larga campaña diplomática en busca de su reconocimiento como estado observador que concluyó con la histórica votación del pasado 29 de noviembre.

Para David Patel, especialista en Oriente Medio de la Universidad de Cornell (Nueva York), ese reconocimiento hay que entenderlo en clave interna palestina y es, en su opinión, "meramente simbólico", porque no ha logrado modificar las posturas de las partes y la posibilidad de que se vuelvan a sentar a negociar "parece remota".

"Fue un salvavidas para Mahmud Abás", aseguró a Efe el profesor Patel, quien por otro lado cree que después de las elecciones del próximo 22 de enero en Israel habrá un gobierno "más conservador" por lo que, a su juicio, "en el horizonte no hay visos de nuevas negociaciones" con los palestinos.

Ya la semana pasada, el secretario general, Ban Ki-moon, no pudo ser más pesimista sobre el momento que atraviesa la región de Oriente Medio, y fue especialmente duro con Israel y su política de asentamientos, tras lo cual instó a las partes a "encarrilar" un proceso de paz que, advirtió, está "totalmente congelado".

La incertidumbre sobre el eterno conflicto entre palestinos e israelíes, que se vio agravada por la determinación del Gobierno de Tel Aviv de seguir adelante con la construcción de viviendas pese al rechazo de la comunidad internacional, compartió titulares con el otro gran conflicto del año: la guerra en Siria.

Doce meses después, la comunidad internacional no ha logrado dejar atrás sus diferencias y ponerse de acuerdo para dar respuesta a una crisis que ha quedado patente con la parálisis del Consejo de Seguridad mientras el número de víctimas sigue sin parar y las perspectivas de una solución a corto plazo parecen remotas.

"Empezó el año en conflicto y lo termina en guerra", lamentó Ban en su última conferencia de prensa del año, en la que reiteró por activa y por pasiva que la única solución es "política" y debe venir a través de "diálogo", en un país, Siria, donde la oposición ya ha logrado el apoyo y reconocimiento de la comunidad internacional.

Casi dos años después se calcula que han muerto ya más de 30.000 personas en Siria, según las cifras más conservadoras, mientras que el éxodo de refugiados supera ya el medio millón, en medio de un recrudecimiento de la violencia en los últimos meses y la parálisis de los esfuerzos políticos mediadores.

"Creo que los días de Bachar al Asad están contados", aseguró a Efe el profesor Patel sobre el futuro del presidente sirio, y al igual que otros analistas celebra los progresos que han hecho en las últimas semanas los rebeldes aunque advierte que "lo peor en Siria está aún por llegar".

Durante los últimos doce meses también se han escuchado por los pasillos de la ONU críticas a una organización que lleva demasiado tiempo negociando una reforma en la que no logran ponerse de acuerdo los estados miembros y que amenaza con reducir al organismo a una institución "con un gran nombre pero poco poder de influencia".

Así lo aseguró a Efe Patel, quien insistió en que la ONU debe "adaptarse a los nuevos tiempos" y dejar de estar anclada "en el mundo de la posguerra" o de lo contrario, dijo, es "demasiado optimista" creer que la ONU pueda tener un papel destacado en crisis como la siria o la de israelíes y palestinos.

Para este profesor, la "gran contribución" que hace la ONU es mantener su presencia en lugares "donde nadie quiere estar" para que no caigan en el olvido conflictos como los de la República Democrática del Congo o Mali, donde el Consejo de Seguridad cerró el año con la autorización para enviar al país una fuerza militar conjunta africana.

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