La oposición acude débil y dividida a los comicios en Nicaragua

  • Una oposición dividida y enfrentada llega a las elecciones de Nicaragua del 6 de noviembre con cuatro candidaturas, en su mayoría compitiendo más por ser la segunda fuerza política del país que por ganar los comicios, consciente de la ventaja del presidente Daniel Ortega para salir reelegido.

Ludwin Loáisiga López

Managua, 2 nov.- Una oposición dividida y enfrentada llega a las elecciones de Nicaragua del 6 de noviembre con cuatro candidaturas, en su mayoría compitiendo más por ser la segunda fuerza política del país que por ganar los comicios, consciente de la ventaja del presidente Daniel Ortega para salir reelegido.

El mandatario nicaragüense, con su polémica candidatura a la reelección, supera en intención de voto a los cuatro aspirantes de la oposición juntos y se perfila como cómodo ganador, con amplia ventaja, de los comicios del domingo, según las encuestas.

La división de los opositores, la mayoría liberales conservadores, "tiene mucho que ver con ambiciones personales, proyectos ideológicos distintos y razones mezquinas, pero todas razones legítimas", señaló a Efe el analista político Arturo Cruz, exembajador de Nicaragua en Estados Unidos.

El empresario radial y diputado ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Fabio Gadea, quien ofrece una "revolución de la honestidad", es el candidato a la Presidencia por la variopinta alianza del Partido Liberal Independiente (PLI) y el más cercano contrincante de Ortega, según los sondeos.

La alianza encabezada por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) postuló al expresidente Arnoldo Alemán (1997-2002), tercero en la intención de voto y cuya principal promesa electoral es crear un millón de empleos.

El cuadro de opositores lo completan los candidatos con menos posibilidades, el diputado Enrique Quiñónez, exdirigente de la "Contra" antisandinista, por la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), quien propone castrar químicamente a los violadores; y el académico Róger Guevara, de la Alianza Por la República (Apre).

Gadea y Alemán, además de ser consuegros, antes de los comicios militaban en el PLC, al igual que Quiñónez, quien cinco años atrás se retiró de esa agrupación por la forma en que Alemán la lideraba.

"El problema de la oposición es que se ha fragmentado de tal suerte que parecen los balcanes en el tema histórico, y eso ha hecho muy difícil una opción efectiva ante una gestión muy fuerte de parte del presidente Ortega", explicó Cruz, también académico del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE).

La última encuesta de la firma costarricense Cid-Gallup otorga a Ortega una intención de voto del 48 %, seguido por Gadea (30%), Alemán (11%) y Quiñónez y Guevara (1% entre ambos).

La encuestadora explica que en estos comicios se repite una "situación similar" a la de las elecciones de 2006, que ganó el actual gobernante sandinista ante una oposición que "se presentó dividida" debido al "deseo de poder, interés y egoísmo personal de los candidatos opositores y a un supuesto pacto Ortega-Alemán".

El aspirante a la Vicepresidencia por el PLC, Francisco Aguirre Sacasa, admitió a Efe que para Ortega la división opositora representa "un sueño" hecho realidad.

Opinó, sin embargo, que la fragmentación se da porque la "disidencia del PLC" está "más empecinada en exterminar y destruir el liderazgo de Alemán, que en defender la democracia y derrotar a Ortega".

"Divididos, como estamos, por estas pugnas internas que son por liderazgo, se hace factible y algunos dirían probable que Ortega gane las elecciones", continuó Aguirre Sacasa, que fue canciller durante el Gobierno de Alemán.

No obstante, para Antonio Lacayo, ministro de la Presidencia durante el Gobierno de Violeta Chamorro (1990-1997), la oposición no está fragmentada, sino representada en Gadea, de la alianza PLI.

"Alemán ya no pinta. Ya el pueblo está claro que aquí hay dos contendientes: por un lado Ortega y por otro lado Gadea", consideró Lacayo en declaraciones a Efe.

Los sandinistas, por su lado, sienten segura la victoria en las urnas y llaman a la oposición a aceptar "la voluntad del pueblo".

"Todas las encuestas coinciden en que hay un triunfo inobjetable (de Ortega), con una distancia grandísima para el segundo lugar", indicó a Efe el asesor presidencial para asuntos económicos Bayardo Arce.

Pese a ello, la oposición ha expresado su temor a que el Consejo Supremo Electoral (CSE) cometa un fraude para beneficiar a los sandinistas, algo que de darse, según Lacayo, haría de Ortega el gran perdedor "aunque gane", porque afectaría a toda Nicaragua.

En las elecciones de este domingo unos 3,4 millones de nicaragüenses elegirán a su presidente, vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlacen.

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