La oposición rusa promete a Putin una nueva ola de protestas en 2012

  • Rusia vivirá una nueva ola de protestas en 2012, tanto antes como después de las elecciones presidenciales de marzo a las que se presentará el primer ministro, Vladímir Putin, según aseguró hoy a Efe un dirigente opositor.

Ignacio Ortega

Moscú, 30 dic.- Rusia vivirá una nueva ola de protestas en 2012, tanto antes como después de las elecciones presidenciales de marzo a las que se presentará el primer ministro, Vladímir Putin, según aseguró hoy a Efe un dirigente opositor.

"Los rusos ya están hartos de que les engañen y que les roben. Muchos están dispuestos a salir a las calles para influir en la situación política", aseguró Serguéi Mitrojin, líder del partido liberal Yábloko.

Mitrojin descartó que las largas fiestas de Año Nuevo que comienzan mañana y se prolongarán por espacio de diez días vayan a apaciguar los ánimos de protesta de los rusos.

"Las fiestas son sólo un punto y seguido. La sociedad civil en Rusia ha resucitado. Se trata de gente joven y de mediana edad que utiliza con asiduidad internet. Son ciudadanos activos, políticamente hablando", apunta.

Según los sondeos, un 78 % de los rusos aprueba la participación en manifestaciones pacíficas para expresar el descontento con el Gobierno, una cifra impensable hace sólo unos meses.

"Fue sorprendente que gente que hace un año se mantenía al margen de la política y pasaba su tiempo en bares y discotecas, decidiera participar activamente en política, sea en debates en las redes sociales o incluso como observadores en las elecciones", reconoce el sociólogo Valeri Fiódorov.

La mayoría de los participantes en las multitudinarias manifestaciones de las últimas semanas contra el fraude oficialista en las elecciones legislativas del 4 de diciembre han expresado su intención de volver a protestar el próximo año.

"Estoy seguro de que en marzo, tras las elecciones presidenciales, cuando nuestros observadores denuncien miles de falsificaciones, saldrán a la calle millones de personas", apuntó Vladímir Rizhkov, ex vicepresidente de la Duma (Cámara de Diputados) y uno de los organizadores de las protestas.

La oposición exige la anulación de los resultados de las legislativas, la celebración de nuevos comicios en 2012, el registro de todos los partidos, la liberación de los presos políticos y la destitución del presidente de la Comisión Electoral Central.

Putin ya ha respondido que la revisión de los resultados electorales está fuera de lugar y que la única vía que le queda a la oposición son los tribunales, aunque se ha mostrado dispuesto al diálogo.

"Debe haber diálogo, pero pensaré en qué forma. Nosotros no hemos estado nunca en contra del diálogo con la oposición, siempre hemos estado a favor. ¿Con quién hay que hablar? Deben crear una plataforma común para que se entienda qué es lo que quieren", señaló.

Al respecto, Mitrojin calificó de "inadecuada" la respuesta de Putin a las demandas puestas sobre la mesa por la oposición, que protagonizó el 10 y el 24 de diciembre las mayores manifestaciones desde la caída de la Unión Soviética (1991).

"Por ahora, Putin no parece que esté dispuesto a escucharnos. Yo propongo como formato de diálogo entre poder y oposición una mesa redonda en la que estén presentes todos los partidos políticos", dijo a Efe.

El político liberal opina que las elecciones presidenciales, para las que ya han sido registrados cuatro candidatos, pueden ser un punto y aparte en la historia política de Rusia.

"Nadie duda de que volverá a haber falsificaciones, aunque serán menores que en las parlamentarias. En todo caso, si el fraude es masivo, la oposición no reconocerá como legítimos los resultados", apuntó.

Putin ha prometido que las presidenciales serán limpias, para lo que ha abogado por instalar en los colegios urnas transparentes y cámaras web para que la ciudadanía pueda seguir por internet los procesos de votación y recuento.

"¿Tenemos urnas transparentes? Vamos a instalarlas. Que toda sea transparente. Yo como candidato no necesitó ningún amaño", apuntó.

Según el sondeo publicado esta semana por el centro Opinión Pública (OP), Putin ganaría a duras penas las elecciones presidenciales en la primera vuelta con un 52 % de los votos.

OP señala que la intención de voto de Putin, que llegó al poder en 1999, ha descendido en un 16 % desde 2008, año en que dejó el Kremlin para asumir la jefatura del Gobierno.

Según los sociólogos, al igual que otros dirigentes autoritarios del mundo, Putin sólo es apoyado mayoritariamente por las mujeres, los habitantes de las zonas rurales, los rusos con menor nivel educativo y la tercera edad.

Mientras, no alcanza el 50 % de apoyos entre los rusos de mediana edad, los que tienen educación superior, los ciudadanos con altos ingresos y los moscovitas.

Las autoridades han tomado medidas para apaciguar a la oposición, como la promesa de reformas políticas y el relevo del presidente de la Duma, Borís Grizlov, y del ideólogo del Kremlin, Vladislav Surkov.

"La estabilización devora a sus hijos", dijo Surkov en alusión a que, según la oposición, la estabilidad de la que siempre ha presumido Putin ha desembocado en un profundo estancamiento político y económico.

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