Un trayecto que requiere máxima seguridad

La OTAN negocia con Sánchez que Zelenski viaje a la Cumbre de Madrid

La organización atlántica busca un golpe de efecto con la primera salida del presidente fuera de Ucrania. España colaboraría en el dispositivo pero Bruselas es la responsable de la propuesta y del desplazamiento.

Sánchez y Zelenski en Kiev
Sánchez y Zelenski en Kiev
Moncloa / Borja Puig de la Bellacasa

La OTAN está intentando que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, esté presente en la Cumbre de Madrid de finales de este mes. El desplazamiento no es sencillo, todo lo contrario. Pero la organización lo va a intentar, sabedores, en el cuartel general de Bruselas, que se trata del objetivo número uno de Vladimir Putin. Se intenta con este movimiento un golpe de efecto en un conflicto que amenaza con perpetuarse en el tiempo y que en el Gobierno ya prevén que puede durar años.

La iniciativa es de la OTAN, explican desde el Gobieno. España no tiene capacidad para un desplazamiento de este tipo que requiere la máxima seguridad y que Rusia puede interpretar cualquier incursión como una amenaza directa. Por eso las gestiones deben tener en cuenta cualquier incidencia. Para hacerse una idea de lo que supondría este viaje sólo hay que tener en cuenta las complicaciones que requieren los viajes que los diferentes líderes europeos están haciendo a Kiev desde que estalló la guerra. En el caso de Pedro Sánchez, cuando estuvo con Zelenski, entrar en la capital ucraniana le supuso hacer noche en un tren desde la frontera con Polonia.

Zelenski no ha salido de Ucrania desde el inicio de la guerra. Sólo abandonó Kiev esta misma semana cuando se desplazó a Jarkov para reunirse con los militares que están luchando contra los rusos en el Donbas. La peligrosidad es máxima. De hecho, durante el asedio de la capital el Ejército de Putin estuvo cerca de capturar al presidente ucraniano cuando grababa en el exterior uno de los vídeos con los que insuflaba ánimos a los ciudadanos de su país.

La del oeste sería la ruta más propicia para que Zelenski pudiera abandonar Kiev. Un desplazamiento por aire es complicado. Hay otras opciones, como la del tren. Una vez en Polonia, la OTAN podría garantizar la seguridad del presidente ucraniano y poder hacer posible un vuelo hasta Madrid. Fuentes gubernamentales apuntan, no obstante, que, aunque aún quedan tres semanas y media para la Cumbre de la OTAN, las dificultades para garantizar el desplazamiento de Zelenski desaconsejan el viaje. 

La OTAN va a debatir y decidir en Madrid la hoja de ruta para los próximos años. La capital española se convertirá en el epicentro de la geopolítica mundial y contar con Zelenski en persona sería un golpe de efecto. Tanto para Occidente como para Sánchez, por ser el anfitrión del cónclave. España está preparando a conciencia la cumbre. De hecho, Sánchez y el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, pasaron el pasado fin de semana en Quintos de Mora ultimando los detalles de una cita histórica.

Mientras la UE aprobaba esta semana el sexto paquete de sanciones a Rusia, con el progresivo embargo al petróleo ruso como principal medida, el presidente de EEUU, Joe Biden, anunciaba que enviará más sistemas de misiles avanzados a Ucrania para lanzar ataques con mayor precisión. El país estadounidense aportará un sistema de largo alcance como parte de una nueva iniciativa de 700 millones de dólares en armas. Los países occidentales siguen midiendo sus movimientos contra Putin.

Sánchez, por su parte, se ha centrado en la acogida de refugiados. Este viernes viajaba a Moldavia para visitar el principal centro de acogida de ucranianos y mostrarles la solidaridad nacional con todos ellos. Allí confirmó que España abrirá una oficina diplomática en la capital, Chisinau, con el ánimo de reforzar la relación bilateral con este país fronterizo con Ucrania. El Gobierno se ofreció para acoger a 2.000 de los casi 80.000 refugiados ucranianos que siguen en Moldavia.

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