La OTAN pone en servicio su primera batería antiaérea para proteger a Turquía

  • La primera de las seis baterías de misiles Patriot enviadas por la OTAN a Turquía para defender al país de posibles ataques desde Siria fue puesta hoy en servicio, anunció la Alianza Atlántica en un comunicado.

Bruselas, 26 ene.- La primera de las seis baterías de misiles Patriot enviadas por la OTAN a Turquía para defender al país de posibles ataques desde Siria fue puesta hoy en servicio, anunció la Alianza Atlántica en un comunicado.

La primera unidad declarada operativa, facilitada por Holanda, tiene como objetivo proteger la ciudad de Adana y sus habitantes de ataques con misiles.

En los "próximos días" serán también activadas y puestas bajo mando de la OTAN las otras cinco baterías enviadas a territorio turco, indicó la Alianza.

"Los aliados de la OTAN nos pidieron en diciembre aumentar las capacidades de defensa antiaérea de Turquía y estamos ofreciendo fuerzas operativas en enero", destacó en la nota el comandante supremo de la Alianza en Europa, almirante James Stavridis.

El militar estadounidense aseguró que esa rápida respuesta se debe al "trabajo duro" de los países que han facilitado los sistemas Patriot (Holanda, Alemania y Estados Unidos), el apoyo de especialistas de otras naciones y la planificación llevada a cabo del mando aéreo de la OTAN y de su Cuartel General.

"Esta es una clara demostración de la agilidad y flexibilidad de las fuerzas de la OTAN, y de nuestra disposición a defender aliados que se enfrentan a amenazas en un mundo inestable", aseguró Stavridis.

Las seis baterías antiaéreas aliadas se encargarán de proteger las ciudades turcas de Kahramanmaras, Adana, y Gaziantep.

La OTAN, según avanzó esta semana, espera que el operativo tenga capacidad plena antes de final de mes, cuando estará en disposición de defender a 3,5 millones de personas en territorio turco.

El despliegue, según ha subrayado la Alianza Atlántica en numerosas ocasiones, es puramente defensivo y en ningún modo podrá ser usado para actuar sobre Siria, por ejemplo en aplicación de una "zona de exclusión aérea" como la que se impuso en Libia.

La operación fue aprobada por los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza el pasado 4 de diciembre con el fin de defender a Turquía de posibles ataques desde Siria.

Ankara solicitó apoyo a sus socios de la OTAN después de que cayeran en su territorio varios obuses procedentes del conflicto en el país vecino, provocando víctimas civiles.

Para la Alianza Atlántica, la presencia de sus baterías antiaéreas debe servir como un elemento de disuasión y ayudará a reducir la tensión en la frontera turco-siria.

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