La OTAN repasa la transición en Afganistán y empieza a mirar más allá de 2014

  • Los ministros de Defensa de la OTAN analizarán mañana y el miércoles el curso de la transición en Afganistán y sellarán las bases de la nueva misión que la Alianza mantendrá en el país asiático a partir de 2014, una vez que haya puesto fin a las operaciones de combate.

Bruselas, 8 oct.- Los ministros de Defensa de la OTAN analizarán mañana y el miércoles el curso de la transición en Afganistán y sellarán las bases de la nueva misión que la Alianza mantendrá en el país asiático a partir de 2014, una vez que haya puesto fin a las operaciones de combate.

La reunión, que se celebra en el cuartel general de la organización en Bruselas, estará marcada por el fuerte aumento de los ataques contra las tropas aliadas perpetrados por soldados y policías afganos, con quienes cooperan y a quienes en muchos casos deben entrenar.

Este tipo de acciones se han cobrado la vida de 53 efectivos de la OTAN en lo que va de año y "han minado la confianza" entre las fuerzas internacionales y sus socios afganos, tal y como admitió la pasada semana el secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen.

Además, según fuentes diplomáticas, se teme que el problema pueda crecer conforme la OTAN vaya retirando al grueso de sus tropas y deje en Afganistán un operativo centrado casi exclusivamente en formar y dar apoyo a las fuerzas de seguridad del país.

No se espera que los titulares de Defensa tomen ninguna medida específica, pero sí que repasen lo que se ha hecho hasta ahora para tratar de limitar el riesgo.

La OTAN, que el mes pasado llegó a suspender algunas operaciones con fuerzas afganas por el incremento de estos ataques, ha reforzado los procesos de selección y ha puesto en marcha un entrenamiento "cultural" para las tropas con el fin de detener un problema que se ha convertido en una de sus principales preocupaciones, según coincidieron varias fuentes diplomáticas, que pidieron el anonimato.

Pese a ello, Rasmussen dejó claro la pasada semana que la Alianza Atlántica no variará su estrategia, que prevé que a mediados del próximo año las fuerzas afganas se hagan cargo del liderazgo en materia de seguridad en todo el país y que las operaciones internacionales de combate terminen a finales de 2014.

A partir de entonces, la OTAN tendrá en Afganistán una nueva misión centrada en formar y asistir al Ejército afgano, operación cuyas bases políticas deben recibir mañana el visto bueno de los ministros.

A partir de entonces será el turno de los mandos militares, que deberán tener lista la planificación de la operación para principios del próximo año, según las fuentes diplomáticas consultadas.

Junto a los veintiocho Estados miembros de la OTAN participan en los preparativos otros seis países (Suecia, Finlandia, Georgia, Australia, Ucrania y Nueva Zelanda) que ya han mostrado su interés en estar presenten en ese programa.

Además de Afganistán, el otro punto de atención en el orden del día de la reunión de los ministros de Defensa será el desarrollo de las capacidades militares de la organización en un momento de clara reducción del gasto en la mayoría de los países.

Según datos de la OTAN, la inversión militar ha caído con fuerza en los últimos años, en especial entre los socios europeos, y ha dejado a la organización con una excesiva dependencia de las capacidades de Estados Unidos, como se evidenció en la operación en Libia.

En la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Chicago (EEUU) en mayo pasado, los países de la OTAN se comprometieron a unirse para adquirir o desarrollar toda una serie de equipos considerados clave, y los ministros pasarán revista mañana al estado de los proyectos.

Al margen de la reunión, está previsto que el ministro español de Defensa, Pedro Morenés, firme con el secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, el acuerdo que permitirá el despliegue en la base naval española de Rota de cuatro destructores norteamericanos, dentro del sistema antimisiles de la Alianza.

Por otra parte, no se espera una discusión específica sobre la situación en Siria y el impacto que la guerra ha tenido en la vecina Turquía, miembro de la OTAN, aunque cualquier ministro podría plantear un debate al respecto si así lo desea, según fuentes de la organización.

La pasada semana, los embajadores aliados se reunieron de urgencia en Bruselas para condenar un ataque con obuses desde territorio sirio que causó la muerte de cinco civiles en Turquía y exigir a Damasco el fin de las violaciones del derecho internacional.

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