La paradoja del 20D: la llave del Gobierno la tienen los independentistas, según los expertos

    • "Lo mejor para España sería que gobernara el partido más votado -PP- con el apoyo puntual de PSOE y Ciudadanos (la llamada gran coalición)", señala Santiago Thomás.
    • "Ciudadanos podría ser una pieza clave. Habrá que esperar la decisión de Albert Rivera aunque hace días avanzó su negativa a cualquier acuerdo que incluyera a Podemos", destaca Nieves Carmona.
Uralde (Podemos) ofrece modificar la Constitución para reconocer la plurinacionalidad y el derecho a decidir
Uralde (Podemos) ofrece modificar la Constitución para reconocer la plurinacionalidad y el derecho a decidir

Lainformacion.com se ha puesto en contacto con varios expertos en comunicación política y economía para que opinen sobre los posibles pcatos que van a surgir tras el resultado electoral del 20D. Estas son sus opiniones:Santiago Thomás de Carranza, profesor de Derecho de la Universidad Francisco de VitoriaNecesitamos un gobierno estable para poder hacer frente a los graves problemas a los que se sigue enfrentado la sociedad española (la crisis económica, el paro, el independentismo catalán, la corrupción). En mi opinión, lo mejor para España sería que gobernara el partido más votado -PP- con el apoyo puntual de PSOE y Ciudadanos (la llamada gran coalición). La duda es si nuestra democracia está o no preparada para un acuerdo de estas características.


Me temo, no obstante, que dentro del PSOE serán muchos los que quieran optar por la gran coalición de las izquierdas (PSOE-PODEMOS-IU-ERC) para tratar de alcanzar el poder y enmascarar los malos resultados obtenidos por Pedro Sánchez. Si finalmente esta coalición sale adelante, perderemos todos (PSOE incluido). Los ganadores de las elecciones serán Podemos y los independentistas catalanes. Esperemos que el sentido común, la responsabilidad y el interés general de España prevalezcan sobre los intereses partidistas y personales.Miguel Pérez-Moneo, profesor de Ciencia Política de la Universida de BarcelonaAlgún político ha dicho que esta legislatura será la del diálogo. Y es que será necesario no sólo para conseguir la investidura, sino para sacar adelante las leyes (se requiere mayoría simple, más votos a favor que en contra), las leyes orgánicas (176 escaños) y la eventual reforma de la Constitución (210 ó 234 votos, en función de si se trata de la ordinaria o de la agravada). Esto pone el acento en las mayorías estables (ahí están las tablas dinámicas de los medios de comunicación), pero también en las minorías de bloqueo. Así, por ejemplo, sin el Partido Popular no será posible ninguna reforma del Título Preliminar o de los derechos fundamentales más protegidos (reforma de las materias establecidas en el artículo 168 CE). La probable mayoría absoluta del Partido Popular en el Senado jugará un papel retardatorio de la aprobación de las leyes del Congreso si en la mayoría parlamentaria que sostenga al Gobierno (y sostenga la iniciativa legislativa de éste) no participa aquel partido.Junto con lo anterior, habrá cuatro probables grupos parlamentarios que podrán plantear una moción de censura al Gobierno que se forme (si es que se forma), lo que les da cierto protagonismo.La formación de gobierno será intensa, pues la dificultad de conformar gobiernos alternativos - y la estabilidad del gobierno que promueve nuestro sistema constitucional, "encarecerá" las posiciones negociadoras de muchos partidos. Afortunadamente, no tenemos un plazo rígido para que se produzca la negociación, lo que deja margen para que se vayan enunciando las posturas de todas las fuerzas políticas y éstas se vayan reuniendo y transigiendo. Sería deseable que se diera publicidad a los acuerdos que se lleguen, a fin de hacer un seguimiento de cumplimiento de los mismos.Javier Cervera, profesor titular de Historia de la Universidad Francisco de VitoriaVeo muy complicados los pactos. Por un lado, por lo que se ha dicho en la campaña: los dos partidos nuevos (PODEMOS y CIUDADANOS) han querido, sobre todo, marcar sus diferencias con el PSOE y el PP. Si ahora alguno de los dos primeros pactara con los "viejos partidos" sería una vergonzosa bajada de pantalones. En segundo lugar, porque si faltaran, efectivamente, a su palabra y Ciudadanos y PODEMOS decidieran apoyar a los otros partidos "viejos", las sumas, digamos que "naturales" serían PP+Ciudadanos (163) y PSOE+PODEMOS (159) que aunque prácticamente suman lo mismo, la izquierda debería sumar más de tres fuerzas porque con los 2 escaños de Garzón tampoco alcanza a la otra suma, y cuantos más haya que sumar más difícil es alcanzar el pacto y, además, eso supone que ni unos ni otros podrían hacer SU política, con lo cual dudo que accedan a dar ese paso.Por otro lado, en el SENADO el PP conserva su mayoría absoluta y puede bloquear muchas cosas importantes que aprobara el Congreso, sobre todo en amenazas territoriales que se pudieran suscitar, lo cual impediría muchas de las iniciativas que Pablo Iglesias pretende llevar a cabo, con lo cual puede que no le compense meterse en pactos. Además, Pablo Iglesias observa que va en ascenso y como a él le importa él y poco España, puede intentar bloquear las cosas para conducir a España a otra elección en la confianza de que aún podría obtener mejores resultados. Además, en el primer discurso, Pablo Iglesias ya se ha quitado la careta socialdemócrata que han "vendido" en la campaña y ha vuelto al extremismo de izquierdas con demandas, en principio, inasumibles (o que deberían ser inasumibles) por el PSOE y también ha empleado un lenguaje inaceptable: Ha afirmado que pretende nada menos que reformas constitucionales quien sólo cuenta con 69 escaños y ha empleado el término "exiliados" para referirse a los españoles en el extranjero y eso es IN-SUL-TAN-TE, inaceptable e intolerable, una democracia no tiene exiliados, una dictadura como la venezolana, sí.

En consecuencia, dado que Pablo Iglesias revela de nuevo su auténtico ser extremista y que CIUDADANOS ha obtenido mucho menos de lo que pensaba, si en España tuviéramos políticos con sentido de estado, debería haber una alianza del PP y del PSOE para sacar a España de esta situación. Ese es el pacto que debería darse, pero deberían superar muchas barreras que se na levantado las últimas semanas… Ahora bien, veremos mañana qué ocurre en la bolsa y que manifiestan Cameron, Merkel y, en menor medida, Valls…

Pero vuelvo al principio, veo muy complicado que se produzca algún pacto estable de gobierno, lo cual nos conduce a nuevas elecciones pronto, pero con la misma ley electoral… y eso es nefasto para nuestra nación.Ignasi Pérez Martínez, profesor de International Law de la Universitat Abat Oliba CEULos pactos serán los de un PP "basculante": para los grandes temas de Estado (independencia de Cataluña, integración y déficit económico con Europa, participación en conflictos bélicos internacionales, ...) contará con el PSOE y Ciudadanos. Y para temas de naturaleza económica y social (aumento de la austeridad, diseño y aplicación de asuntos relacionados con la moral y la religión, ...) con sus aliados ideológicos naturales: Ciudadanos, Democracia i Llibertat y PNV. O sea, un gobierno más dialogante que el que hemos visto en los últimos 4 años pero sin grandes camios en sus lineas generales pues donde no sume con el apoyo de Ciudadanos, tendrá al PSOE. Lo más destacado es que, por primera vez en la historia desde la segunda reinstauración borbónica en España, un partido distinto a PP (o AP) y PSOE será la primera fuerza política, de facto, de la oposición: PODEMOS. Y eso si abre un escenario absolutamente nuevo en España en los próximos años.Nieves Carmona, profesora de Economía de la Universidad Francisco de VitoriaLa falta de mayoría absoluta del PP genera todo tipo de escenarios. No le bastará con un acuerdo único con Ciudadanos.
El PSOE también necesitará pactar y la primera opción sería hacerlo con Podemos. Aun así la suma de ambas formaciones no alcanza los 176 escaños. El posible acuerdo PSOE-Podemos debería pasar por una rectificación de Pedro Sánchez cuando en reiteradas ocasiones ha negado dicha posibilidad: "Aquellos partidos que pongan en riesgo el Estado del bienestar, con nosotros que no cuenten y los que no hagan nada por regenerar la vida política tampoco".
Ciudadanos podría ser una pieza clave. Habrá que esperar la decisión de Albert Rivera aunque hace días avanzó su negativa a cualquier acuerdo que incluyera a Podemos. Es más, hizo una petición al resto de los partidos para que se deje gobernar al partido más votado.
En definitiva todo está por decidir. Esperemos que prime la prudencia, el sentido de Estado y la búsqueda del bien común.Javier Cigüela Sola, profesor de Derecho penal de la Universitat Abat Oliba CEUPor lo que respecta a los pactos, el resultado deja todo abierto. Aún sin descartar otras posibilidades, o incluso nuevas elecciones, habría dos grandes posibles pactos: una coalición PP-PSOE, en mi opinión difícil de concretar visto el tono de la campaña electoral, y una coalición múltiple entre partidos de izquierza, que acumularía a PSOE, Podemos, Unidad Popular, Coalición Canaria e incluso Esquerra Republicana (con la cuestión catalana encima de la mesa).Esta segunda opción tendría la problemática de poner de acuerdo a fuerzas muy diversas e incluso contrarias en cuestiones fundamentales como el referéndum catalán. Hay que tener en cuenta, además, que no es descartable que los pactos sólo alcancen el periodo de investidura, sin continuidad a lo largo de la legislatura. En cualquier caso, dicho en negativo, los pactos son complicados y la situación es de una difícil gobernabilidad, dicho en positivo, el panorama político español es más complejo, variado y plural que nunca, obligando a los actores políticos a abrirse a continuos pactos y a incorporar en sus estructuras lógicas más dialógicas y una menor tendencia a la confrontación.

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