Sin rastro de los Mendoza en Aranjuez: "Vamos a sacaros los ojos y hacer pisto"

Uno de los viudos del doble asesinato de Aranjuez
Uno de los viudos del doble asesinato de Aranjuez
La Sexta

En menos de 48 horas los Fernández han tenido que llorar la muerte de dos de sus familiares: Lisette, de 25 años, y Montserrat, de 23 años. Las dos han sido víctimas de un tiroteo que mantiene en vilo a una de las barriadas de Aranjuez. Todo sucedió la noche del domingo cuando J.M.J., de 38 años, disparó presuntamente desde su ventana contra sus dos cuñadas y su suegra. Su mujer no estaba en casa y tras una supuesta discusión con su familia política la emprendió a tiros contra ella. Las familias, ambas de etnia gitana, tienen sus casas una frente a la otra y vivían tiranteces desde que Celia se hubiera empezado a ausentar del lado de su marido, conocido como Juanín. Tres días después de los hechos, el presunto autor ha sido enviado a prisión, los Mendoza que llegaron al pueblo de fuera (no los que viven de toda la vida) se han impuesto un destierro voluntario poniendo kilómetros de por medio y los Fernández no paran de llorar la muerte de sus seres queridos al mismo tiempo que claman venganza: "Nos vamos a comer a tu hijo y a tu padre les vamos a sacar los ojos y vamos a hacer hasta pisto con ellos".

Mientras, la investigación sigue su curso. Ante la oleada de violencia que se puede desatar agentes de la policía local y nacional, de uniforme o de paisano, vigilan la zona. Los Mendoza no asoman la cabeza. Los más allegados a Juanín habrían huído camino de Zaragoza. Mientras, son los Fernández los que no paran de llorar una cadena de desgracias que no para. Hay dos mujeres muertas, la madre de la familia ha vuelto a ser operada de urgencia y un familiar que se dirigía al primer entierro ha sufrido un accidente y también tuvo que ser intervenido.

El día de los hechos Juanín estaría esperando a su mujer, que no llegaba. El hombre se asomó al balcón y acabó discutiendo con su cuñada. Se recriminaron algo y ese fue el detonante que acabó con el tiroteo. La mujer, Celia, sigue en paradero desconocido. No se habría acercado a la localidad y ahora falta por saber si será requerida para la investigación. Para su familia "está muerta". Su tío Goyo la culpa en parte de lo sucedido "porque debería haber hecho caso a la familia", relata en Espejo Público. 

Según su versión, su sobrina Lisette, la primera víctima, vio el arma a Juanín y le pidió que no disparara porque la calle estaba llena de niños. Era domingo y los soportales de los pisos se llenan de las familias que bajan a conversar. Pero Juanín no paró. y la mujer murió en el acto. Su hermana Montserrat se habría tirado encima de ella para cubrirla y también fue herida. No pudo superar las heridas y fallecía el martes en el hospital. Es el grupo de Homicidios de la Policía Nacional el encargado de la investigación y el que esclarecerá todos los hechos. 

Todo lo demás ya forma parte de una tragedia que se recordará en la localidad madrileña durante años. Los que conocen a Juanín le tachan de conflictivo. Nada le detenía, ni cuando los agentes le daban el alto. Ya fue arrestado en 2013 junto a su exmujer en una operación contra un grupo que traficaba con droga.  De Celestina tampoco quieren oír hablar los suyos. 

Juanín cuenta con antecedentes por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, y cuando fue arrestado tenía en vigor una orden de detención e ingreso en prisión por parte de la Audiencia Provincial de Madrid. En la barriada todos se protegen. Ahora el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Aranjuez ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza acusado de dos delitos de asesinato consumado, otro de tentativa de asesinato y un delito de tenencia ilícita de armas. Tras declarar ante la jueza, el hombre ha sido trasladado a la cárcel madrileña de Valdemoro.

Familiares de las dos mujeres fallecidas se congregaron durante la mañana de ayer ante la puerta de los Juzgados, gritando amenazas y  clamando venganza contra el presunto asesino y sus allegados. Algunos han tenido que ser apartados de las vallas de seguridad para evitar que pasaran el fuerte cordón policial.

Poco antes de que llegase el detenido, el marido de Lisette llegó en coche, derrapando y subiéndose a una acera, y casi atropella a un policía municipal.  Fue reducido rápidamente por agentes de la UIP (Unidad de Intervención Policial o antidisturbios) que le detuvieron por un delito de conducción temeraria, según han confirmado fuentes policiales. La imagen del otro viudo roto de dolor ha dado la vuelta a España. Gritaba entre sollozos "mis hijas se quedan sin su madre". "Ellas no tienen la culpa. Mis hijas Juanín, mi mujer, hijo de puta, suicídate en la cárcel. Me cago en tus muertos canalla". Ese momento fue el detonante de otras muchas amenazas: "Vamos a desenterrar a vuestros muertos y fumarlos en porros". "Meteos bajo tierra. Os vamos a quemar"...

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