La policía turca dispersa protesta por reforma educativa que refuerza Islám

  • La policía turca dispersó hoy con agua a presión y gases lacrimógenos una manifestación en Ankara contra una reforma educativo que, en opinión de los críticos, refuerza el papel de la religión musulmana en la república eurasiática, que tiene en el laicismo uno de sus pilares constitucionales.

Ankara, 29 mar.- La policía turca dispersó hoy con agua a presión y gases lacrimógenos una manifestación en Ankara contra una reforma educativo que, en opinión de los críticos, refuerza el papel de la religión musulmana en la república eurasiática, que tiene en el laicismo uno de sus pilares constitucionales.

Alrededor de 2.000 personas participaban en una marcha hacia el parlamento cuando la policía ha tratado de dispersar la protesta utilizando cañones de agua y gases lacrimógenos, según explicaron a Efe fuentes de la protesta.

A pesar de la intervención policial, los manifestantes se están reagrupando para tratar de llegar a la Cámara turca, donde se está tramitando el proyecto de ley.

En las refriegas para tratar de evitar los retenes policiales que han blindado el Parlamento se han producido algunos heridos, según fuentes sindicales.

"Desde hace dos días están discutiendo (en el Parlamento) el proyecto de ley sin escuchar nuestras voces. Queremos acercarnos para que los diputados nos escuchen. Es nuestro derecho democrático", explicó a Efe Ismail Hakki Tombul, secretario general del sindicato de docentes KESK.

La reforma del sistema educativo, que el Parlamento turco debate desde el miércoles y que será aprobada con seguridad debido a la mayoría absoluta del gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP, islamista moderado), prevé ampliar la escolaridad obligatoria de 8 a 12 años.

Esta docena de años estará dividida en tres períodos de cuatro años, con clases de religión a partir del segundo ciclo.

Después de los dos primeros módulos de cuatro años, los alumnos podrán decidir sobre su currículo, permitiendo la asistencia a una escuela religiosa en un país con una gran mayoría musulmana.

La oposición secular al AKP asegura que la intención del Gobierno de Erdogan es abrir nuevas escuelas religiosas.

El Ejecutivo alega que trata de democratizar el sistema escolar de Turquía y contempla la posibilidad de mandar a los niños a escuelas religiosas, si así lo desean sus padres.

Fuentes sindicales han denunciado que las autoridades están dificultando el traslado desde el interior del país a la capital a numerosos docentes y estudiantes que pretendían manifestarse contra la ley.

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