La posible extradición de De Juana, otro problema para el Gobierno

Ver de nuevo la imagen de un Iñaki de Juana Chaos sobre una cama de hospital en huelga de hambre, pálido y con las costillas marcadas en el tórax, está más cerca. El etarra ha perdido el primer pulso con la justicia española librado en Irlanda del Norte, después de que el juez Thomas Burgess haya decidido que puede ser extraditado a España. Si finalmente es procesado por un tribunal español, De Juana podría dejar de comer otra vez y el Gobierno sufriría las mismas presiones que ya recibió entre 2006 y 2007.

El 23 de enero de 2007, un médico del Hospital 12 de Octubre de Madrid trasladó a la Audiencia Nacional que el preso tenía "un alto riesgo" de muerte por los efectos de su huelga de hambre. En ese momento, el Gobierno estaba en medio del huracán, ante la necesidad de rechazar el chantaje y la obligación de mantener con vida a un preso.

Para evitar la extradición, la defensa de De Juana había trasladado al juez del proceso del Ulster que su vida corre peligro. Según sus abogados, De Juana amenaza con iniciar otra huelga de hambre si se llega a ese punto. Un argumento que el magistrado no tuvo en cuenta finalmente. También desestimó el posible daño mental. Aunque un psiquiatra forense certificó que De Juana ha sufrido estrés postraumático y depresión por sus 21 años en prisión, esa es una cuestión que se deberá resolver con la justicia española.

Desde las filas socialista se ha transmitido una valoración positiva del paso dado por el magistrado británico. José Antonio Alonso, portavoz socialista en el Congreso, afirmó el lunes que "es una excelente noticia" y que la medida demuestra"la cooperación judicial europea". Sin embargo, es evidente que una nueva huelga de hambre de De Juana acercaría al Gobierno a otra situación de tensión, pese a que la defensa del etarra apelará y su regreso a España no es inminente.

Hechos pasados, ¿hechos futuros?

La primera situación incómoda para el Ejecutivo comenzó el 7 de agosto de 2006, cuando De Juana dejó de ingerir alimentos por considerar injusto su ingreso en régimen de prisión preventiva después de cumplir una condena de 18 años. La Audiencia Nacional tomó la medida después de que el etarra escribiera dos artículos de opinión en Gara -Gallizo y El Escudo-, en los que se amenazaba entre otros a Mercedes Gallizo, Directora General de Instituciones Penitenciarias.

En octubre de ese mismo año, De Juana fue trasladado a Madrid a un centro médico por motivos de salud y dos días después puso fin a la primera de las huelgas de hambre que iniciaría el etarra para protestar por el trato judicial. El 27 de octubre de 2006, la Audiencia comenzó el juicio por su dos artículos en Gara. La sentencia le condenó a 12 años y siete meses por un delito de amenazas terroristas. El veredicto provocó una nueva huelga de hambre, que llevaría al límite al etarra.

De Juana la mantuvo durante 115 días. El 1 de marzo de 2007, el Gobierno concedía el segundo grado penitenciario y la prisión atenuada "para evitar el fallecimiento" del preso. Así lo confimó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que asumió personalmente la medida y que justificó por razones "legales y humanitarias". La medida llegó después de que el Tribunal Supremo rebajara su última condena de 12 a 3 años. En ese momento, De Juana sí ganaba un farol que había echado cuatro meses antes.

Salida de prisión y nuevo proceso

En agosto de 2008, De Juana salía de prisión. Pocos días después, la Audiencia Nacional acordó una nueva investigación contra el etarra por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo. Por esa causa se pide ahora su extradición a España. El proceso se abrió por el contenido de un carta que fue leída en su nombre durante un acto de homenaje en San Sebastián. Aunque el etarra negó ser el autor del texto publicado posteriormente en Gara, la Audiencia reclama su regreso para interrogarle.

En la misiva, De Juana utilizó la expresión en euskera "aurrera bolie", que en castellano significa "adelante la pelota" y que en el contexto de la lucha armada de ETA es una invitación a mantener el uso de la armas y las acciones terroristas. En noviembre, la Audiencia emitió una orden internacional de busca y captura después de que se conociera que De Juana se había trasladado a vivir a Irlanda. Ahora, el etarra está más cerca de un tribunal español y el Gobierno de enfrentarse a un De Juana en huelga de hambre.