La preocupación por la independencia de Cataluña cae al mínimo desde el 1-O

La preocupación por la independencia de Cataluña ha caído casi veinte puntos desde el referéndum del 1-O, según el barómetro del CIS del mes de febrero. En octubre la secesión era el principal problema para un 29 por ciento de los ciudadanos encuestados y ahora se ha situado en el 11,3 por ciento. Se trata de la cifra más baja de los últimos meses ya que en el barómetro de enero era todavía la preocupación más importante para el 16,7% de los españoles.

El paro repite como principal problema para el 65,5 por ciento. Es decir, dos de cada tres españoles no notan la recuperación que está vendiendo el Gobierno en público. Al desempleo le sigue la corrupción y el fraude, que vuelve a repuntar y pasa del 35,1 de enero al 38,7 de este barómetro de febrero. La inquietud por la sanidad se anota un 12,7% y adelanta a la independencia de Cataluña como quinto problema del país.

Esta encuesta, difundida coincidiendo con el Día de la Mujer, revela una escasa preocupación por la violencia contra las mujeres, solo citada por el 2,4 por ciento, dos puntos menos que en enero,como el principal problema. Además, únicamente el 0,5 por ciento de los encuestados cita "los problemas relacionados con la mujer" como principal preocupación.

Otro dato preocupante para la confianza de los españoles es que más de un 70% de los españoles sigue calificando la situación política de mala o muy mala y percibe, además, que sigue igual que hace un año o peor, como se demuestra en la siguiente pregunta del barómetro del CIS:

El barómetro de febrero del CIS fue realizado en los primeros doce días de febrero donde, además de la crisis política de Cataluña, copaban las portadas los ecos de las declaraciones de Álvaro Pérez 'El Bigotes' y Ricardo Costa en el juicio de la trama valenciana de Gürtel y mientras el cabecilla de la trama, Francisco Correa, comparecía ante el Congreso.

Hay que recordar que en el último sondeo del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO), conocido como el CIS catalán, el apoyo al proceso soberanista también se estaba desplomando. Así, los partidarios de la independencia perdían ocho puntos respecto al pasado octubre, cayendo al 40,8%, mientras que los contrarios a la secesión ascendían al 53,9%. En octubre de 2017 eran un 48,7% los catalanes los que querían un Estado propio, mientras que el 43,6% entonces lo rechazaba -suben diez puntos-.