La reforma energética mexicana logra el aval de 20 legislaturas estatales

  • La reforma energética aprobada la semana pasada por el Congreso mexicano sumó hoy el aval de 20 poderes legislativos de los 32 estados del país, lo que permitirá su entrada en vigor.

México, 16 dic.- La reforma energética aprobada la semana pasada por el Congreso mexicano sumó hoy el aval de 20 poderes legislativos de los 32 estados del país, lo que permitirá su entrada en vigor.

Con los votos de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Verde (PVEM), el Congreso de San Luis Potosí aprobó la madrugada de este lunes la iniciativa en medio de protestas de simpatizantes del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Durante el transcurso del día también sumaron su respaldo los congresos de Nuevo León, Aguascalientes y Chihuahua.

Por tratarse de una reforma a la Constitución, que permite la participación del capital privado en la explotación de hidrocarburos, el proyecto de ley debía ser ratificado por la mayoría de las legislaturas de los estados.

Además de los estados mencionados, han avalado la iniciativa Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Coahuila, Durango, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Nayarit, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Veracruz, Yucatán, Tamaulipas y Puebla.

Ahora, la Comisión Permanente del Congreso, que sustituye al Parlamento en periodo de receso, deberá declarar constitucional la iniciativa, algo que sucederá el próximo miércoles, según fuentes legislativas.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, celebró en un mensaje a medios mexicanos desde Turquía, donde realiza una visita de Estado, la rapidez con que la reforma fue aprobada por distintos congresos estatales, lo que "viene a refrendar -dijo- el amplio consenso que hay en el país" en torno a ella.

"No tengo más que hacer reconocimiento a la responsabilidad de los congresos locales, del entusiasmo con el que han acogido realmente esta trascendental reforma", aseguró Peña Nieto, quien añadió que una vez la Comisión Permanente emita la declaratoria, "de inmediato" promulgará la iniciativa.

La reforma abre el sector energético de México al capital privado y termina con el monopolio del Estado en la explotación del petróleo y del gas, que está vigente desde la expropiación petrolera de 1938.

La iniciativa fue aprobada la semana pasada por la Cámara de Diputados y el Senado en medio de una fuerte polarización política del país y una intensa campaña de la izquierda para exigir que los recursos energéticos permanezcan en poder del Estado.

El proyecto, que había sido anunciado por Peña Nieto en agosto pasado, sufrió cambios antes de que comenzara a ser debatido en el Parlamento, incorporando esquemas de apertura mayores que los previstos inicialmente.

Esas modificaciones fueron impulsadas por el conservador Partido Acción Nacional (PAN), que acaparó la Presidencia de 2000 a 2012, y cuyos votos necesitaba el gobernante PRI para que saliera la reforma.

La ratificación en los estados se daba por descontada, ya que el PRI gobierna en 20 de los 32 estados del país y cuenta con amplias mayorías en las legislaturas locales.

La izquierda aún confía en que la reforma sea revocada a través de un referendo que ha pedido se lleve a cabo coincidiendo con las elecciones legislativas de 2015, una propuesta que ya cuenta con el respaldo de 1,7 millones de firmas de ciudadanos.

La reforma energética, calificada como "transcendental" por el Gobierno, es la iniciativa legal más importante presentada hasta ahora por Peña Nieto, quien asumió el poder hace un año.

Desde la izquierda, el secretario general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Alejandro Sánchez Camacho, afirmó, a raíz de la aprobación de la reforma por las legislaturas locales, que México "está de luto".

"El PRI y el PAN no han ganado la guerra, sólo una batalla. Desde este momento y hasta el 2015 en el PRD nos mantendremos en pie de lucha", afirmó.

También dijo que su equipo de abogados está estudiando la posibilidad de interponer una controversia constitucional ante la Suprema Corte sobre esta reforma. "Estamos listos para iniciar la batalla legal y política", añadió.

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