La reforma "exprés" de la Constitución se podría culminar en una semana

  • Madrid.- La toma en consideración mañana en el pleno del Congreso abrirá la tramitación "exprés" de la reforma constitucional para el control del déficit que, si cumple las previsiones, estará culminada dentro de una semana con su aprobación en el Senado.

Zapatero y Rubalcaba quieren convencer al PSOE de las bondades de la reforma
Zapatero y Rubalcaba quieren convencer al PSOE de las bondades de la reforma

Madrid.- La toma en consideración mañana en el pleno del Congreso abrirá la tramitación "exprés" de la reforma constitucional para el control del déficit que, si cumple las previsiones, estará culminada dentro de una semana con su aprobación en el Senado.

La iniciativa avanzada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado martes ha sido tramitada por el procedimiento de urgencia ya que de no hacerse así, acortando todos los plazos, no habría tiempo para aprobarla antes de la disolución de las Cortes, el 27 de septiembre, tras la convocatoria electoral del 20-N.

Por ello, y tras el acuerdo también en tiempo récord alcanzado entre PSOE y PP, ambos grupos registraron la propuesta de reforma en el registro del Congreso el pasado viernes.

El paso siguiente será la toma en consideración mañana en el pleno del Congreso y tras el preceptivo plazo de 48 horas para la presentación de enmiendas volverá al hemiciclo para su debate y aprobación definitiva en esta cámara.

Según el artículo 167 de la Carta Magna, los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de cada una de las cámaras que, en principio, suman los dos grupos que han impulsado la reforma, PSOE y PP.

Una vez que la proposición de reforma del artículo 135 de la Constitución salga el viernes del Congreso, seguirá su trámite en el Senado, donde previsiblemente será sometida a votación el martes o el miércoles de la próxima semana.

El texto constitucional establece que, aprobada la reforma por las Cortes, se abre entonces un plazo de quince días tras el cual si una décima parte de los miembros de cualquiera de las cámaras así lo solicita deberá ser sometido a referéndum.

En las filas socialistas la reforma ha despertado discrepancias y algunos diputados, como Antonio Gutiérrez, han amenazado con el voto en contra, por lo que el PSOE está intentando limar asperezas y convencer a sus parlamentarios de la bondad del cambio y lograr así unanimidad en el voto.

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