La restauración del histórico puente senegalés Faidherbe, gran orgullo de Saint-Louis

  • Saint-Louis.- La restauración del centenario puente Faidherbe de Saint-Louis ha renovado el orgullo perdido de su población con el traslado de la capital de Senegal desde esa urbe colonial a Dakar, y las esperanzas de que dé nueva vida a la ciudad.

La restauración del histórico puente senegalés Faidherbe, gran orgullo de Saint-Louis
La restauración del histórico puente senegalés Faidherbe, gran orgullo de Saint-Louis

Saint-Louis.- La restauración del centenario puente Faidherbe de Saint-Louis ha renovado el orgullo perdido de su población con el traslado de la capital de Senegal desde esa urbe colonial a Dakar, y las esperanzas de que dé nueva vida a la ciudad.

Desde hace tiempo, los residentes reclamaban la rehabilitación del viejo puente, que desde 1897 conecta la isla con el continente, por el riesgo que suponía para los usuarios y por la mala imagen de una obra considerada "identidad y símbolo" de la ciudad, patrimonio mundial de la Unesco, que corría el peligro de derrumbe.

Tras tres años de intenso trabajo, un equipo de 150 personas, entre ingenieros y obreros, está a punto de culminar la obra, "una excitante aventura humana", según el jefe del proyecto, Mor Gaye.

"Estamos llevando a cabo las últimas pruebas sobre el tramo giratorio antes de entregar la obra rehabilitada a las autoridades, paso previo a la inauguración, prevista para octubre", comenta Gaye a Efe, en una visita guiada por las obras.

La restauración de los majestuosos arcos de la estructura metálica -que se alza sobre el río Senegal- y del tramo giratorio, así como el refuerzo de los siete pilares han sido el grueso de las obras del puente, de 511 metros de largo y más de 6 de ancho.

"El refuerzo de los pilares -explicó Gaye- no figuraba en el programa inicial de rehabilitación, pero el diagnóstico puso de manifiesto que era imprescindible incluirlo en las obras para tener la máxima garantía de duración".

Los constructores del puente Faidherbe (inaugurado en 1897 y cuyo nombre proviene de un antiguo gobernador colonial francés), habían vaticinado a la obra una vida útil mínima de cien años, la misma que garantizan ahora los rehabilitadores.

La rehabilitación pasó de necesidad a urgencia a partir de 1996, dado el intenso tráfico rodado ocasionado por el Festival de Jazz de la ciudad y la celebración de los "dos rakas", un evento religioso que atrae anualmente a decenas de miles de personas a la isla.

Según las estadísticas oficiales, más de 80.000 peatones y unos 22.000 vehículos atraviesan el puente cada día, único paso entre la isla, donde se concentran la administración pública, los bancos y los comercios, y el resto de la ciudad, ubicada en la parte continental, donde vive más del 75 por ciento de la población.

La administración colonial asignó al puente la misión de facilitar las intervenciones militares coloniales y distintas comunicaciones hacia Saint-Louis, capital del África Occidental Francesa (AOF) entre 1895 y 1902.

La pérdida de su estatus de capitalidad de la AOF y de Senegal, en 1902 y en 1956, respectivamente, confinó a Saint-Louis a una suerte de capital regional, una pérdida de reputación difícil de asimilar para sus habitantes.

Sin embargo, los habitantes de Saint-Louis conservaron casi intacto el orgullo, tanto por el puente Faidherbe como por su ciudad, cuya arquitectura es bello testimonio vivo de su historia.

"París tienen su torre Eiffel, Nueva York su Estatua de la Libertad y nosotros tenemos el puente Faidherbe", dice Moussa Fall, un funcionario jubilado de 70 años, "orgulloso de ser de Saint-Louis".

Por su parte, el director del Sindicato de Iniciativa y Turismo de Saint-Louis, Ahmadou Cissé, valora la restauración del puente, "una iniciativa saludable que llega a tiempo".

El Faidherbe es un emblema, asegura Cissé, convencido de que su arreglo será "muy beneficioso para el futuro del turismo regional".

"No tenemos ni oro ni petróleo, sólo pescado, principal actividad económica que, en buena temporada, genera unos ingresos de unos 17 millones de euros", indicó Golbert Diagne, director de Frequence Teranga, una emisora de radio local.

Por eso, el puente resulta vital: el pescado faenado en la lengua de Barbarie, en la parte sur de la isla, pasa por el Faidherbe con destino el continente.

Además, según Diagne, la rehabilitación del tramo giratorio del puente -bloqueado durante 15 años- impulsará el tráfico marítimo en el río Senegal y agilizará la distribución de producción agrícola.

Las obras de rehabilitación del puente han costado unos 27 millones de euros, financiados por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y el Gobierno de Senegal, que han devuelto -para orgullo de los lugareños- todo su esplendor al gran símbolo de Saint-Louis.

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