La 'ruta de los Balcanes' se fractura en sus diferencias ante la crisis de refugiados

    • Los países más afectados por el flujo de los inmigrantes mantienen posiciones muy alejadas en las negociaciones en Bruselas.
    • Difieren en cómo cooperar en el intercambio de información y en aumentar la confianza entre los países de tránsito.

Los países difieren en cómo atender el flujo de refugiados.
Los países difieren en cómo atender el flujo de refugiados.

Los países más afectados por el flujo de los inmigrantes que buscan refugio en la Unión Europea a través de la ruta de los Balcanes -entre ellos Alemania, Hungría, Serbia y Grecia-, mantienen posiciones muy alejadas en las negociaciones en curso en Bruselas para tratar de frenar el tránsito de refugiados.

La Comisión Europea alberga esta tarde una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de 13 países -varios de la UE y de la región de los Balcanes- para tratar de pactar "medidas operativas inmediatas" que mitiguen la crisis de los refugiados.

Los expertos trabajan en un nuevo texto de acuerdo que será examinado directamente por los líderes, en un encuentro en el que "se esperan discusiones difíciles", según han indicado fuentes próximas a la negociación.

Los puntos de fricción entre los gobiernos se refieren a los "principios", más que a los detalles o redacción de la propuesta de declaración propuesta por la Comisión Europea, explican varias fuentes.

La necesidad de reforzar la confianza entre los países por los que transita la ruta de los Balcanes, la necesidad de una mayor cooperación e intercambio de información entre ellos, el compromiso de "no dejar pasar a todos" los refugiados y el papel que debe desempeñar la Agencia europea para el control de fronteras (Frontex) son algunos de los principales escollos que señalan en Bruselas.

El Ejecutivo comunitario, de cuya iniciativa surge esta cumbre en formato reducido, plantea medidas como el despliegue de 400 guardias de frontera en Eslovenia, a través de los equipos de intervención rápida en las fronteras (RABIT, por sus siglas en inglés) que gestiona la Agencia europea de control de fronteras exteriores (Frontex), según el borrador.

El documento, además, advierte de que se deberá garantizar cobijo, alimento y atención médica a todos los que la necesiten a su llegada a estos países, al tiempo que apunta el compromiso de redoblar esfuerzos para agilizar las deportaciones de los inmigrantes sin derecho a protección internacional.Los desplazamientos "secundarios", otro escollo

Los países de la ruta de los Balcanes occidentales deberán registrar todas las entradas de inmigrantes a su territorio -"con el máximo uso de datos biométricos"- e intercambiar con el resto la información del tamaño y tránsito del flujo migratorio.

Otra de las claves del encuentro son los desplazamientos "secundarios" de los refugiados, que tratan de esquivar los controles y registros a su entrada en la UE para seguir su camino hacia otros Estados miembros, principalmente Alemania.

En este sentido, se espera un compromiso de los líderes para "abstenerse de facilitar el paso de refugiados o inmigrantes a la frontera de otro país de la región, sin el acuerdo de ese país", según el borrador de declaración.

La cita se produce a iniciativa del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que ha invitado a diez Estados miembros (Eslovenia, Hungría, Croacia, Rumanía, Bulgaria, Austria, Países Bajos, Luxemburgo, Alemania y Grecia) y a Serbia, Albania y a la Antigua República Yugoslava de Macedonia.

La reunión tiene un formato poco habitual al que finalmente se sumarán el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, y el del Parlamento Europeo, Martin Schulz, además del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), António Guterres, y representantes de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) y de la Agencia Europea para el Control de las Fronteras Exteriores (Frontex).Que se ponga "fin a la política de invitación"

"Espero que esta tarde se ponga fin a la política de fronteras abiertas que va totalmente en contra de los Tratados de Schengen y se ponga fin a la política de invitación", ha declarado el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, a su llegada a la cumbre.

Orbán, cuyo Gobierno ha cerrado las fronteras de su país a los refugiados, se ha declarado "observador" en este encuentro y ha lamentado que no se hayan escuchado en el pasado sus propuestas, como, por ejemplo, "defender la frontera de Grecia" si las autoridades de este país no son "capaces" de hacerlo por sí mismas.

La falta de control en la frontera griega, considerada principal puerta de entrada a la Unión Europea de los inmigrantes que huyen de conflictos como el de Siria, ha sido uno de los principales problemas señalados por los mandatarios a su llegada.La necesidad de "compartir responsabilidades"

Pero el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha reclamado "compartir responsabilidades" entre todos los países de la región y ha lamentado que el "socio clave" para solucionar esta crisis, en alusión a Turquía, no participe en la reunión.

"Las discusiones de hoy son entre los países del corredor, pero todos sabemos que al final de esa ruta hay una entrada. Si no somos capaces de lograr un acuerdo con el país de entrada, siento que será muy difícil encontrar una solución", ha advertido el mandatario heleno.

Mientras, la canciller alemana, Angela Merkel, ha abogado por "repartir mejor las tareas" en la gestión y atención de los miles de refugiados que cruzan Europa, al tiempo que ha pedido un "trato digno" para ellos.

"Los momentos extraordinarios exigen medidas extraordinarias", ha declarado la canciller a su llegada, antes de confiar en que este domingo se pacten acciones específicas que garanticen ayudas para las personas que "deambulan a veces bajo condiciones inaceptables", pero también que se ponga orden en los procesos de acogida y que "todos entendamos esto como una tarea común".Medidas en días, semanas...

También el primer ministro esloveno, Miro Cerar, cuyo país recibió más de 12.600 refugiados en apenas 24 horas, ha llamado la atención sobre la urgencia de consensuar un plan de acción "concreto e inmediato" que sea efectivo "en días, semanas".

"Aún controlamos nuestras fronteras e intentamos seguir siendo humanos y mostrar nuestra solidaridad, pero no podremos mantenerlo durante semanas si no recibimos ayuda, si no hay cooperación y solidaridad de otros países europeos, especialmente de los miembros de la Unión Europea", ha avisado el esloveno.

"Nuestra intención no es levantar nuevos muros o vallas, sino lograr una solución completa", ha declarado, por su parte, el primer ministro de Serbia, Aleksandar Vucic. El líder serbio se ha mostrado dispuesto a tratar "todas las cuestiones y dificultades" y a asumir parte del reparto de refugiados, pese a no ser parte de la UE.

El austríaco Werner Faymann, por su parte, ha avisado de que si no hay acuerdo, "la extrema derecha lo tendrá más fácil para decir que Europa ha fracasado". "La cuestión es si somos capaces de proteger las fronteras exteriores de la UE y si evitamos así que cada cual construya si propio muro detrás del que esconderse", ha dicho, porque ello permitirá también abrir una puerta a quienes tengan derecho a protección y tener "orden y humanidad".

Entre los más críticos con la negociación en marcha, el primer ministro de Croacia, Zoran Milanovic, que ha considerado inaceptables las propuestas de la Comisión Europea para acordar medidas operativas inmediatas con las que contener el tránsito de refugiados.

"Si los países se comprometen a no permitir el tránsito de migrantes a otros Estados si no cuentan con la aprobación de esos Estados, entonces no habría riesgo de fallar, porque somos los cuartos en la cadena", ha aseverado.

Por su parte, el presidente de Macedonia, Gjorge Ivanov, ha afeado a Grecia la falta de colaboración en el control de la frontera: "Hasta ahora no ha habido cooperación a nivel gubernamental entre Grecia y Macedonia sobre la crisis".

La cita se produce a iniciativa del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que ha invitado a diez Estados miembros (Eslovenia, Hungría, Croacia, Rumanía, Bulgaria, Austria, Países Bajos, Luxemburgo, Alemania y Grecia) y a Serbia, Albania y a la Antigua República Yugoslava de Macedonia.

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