La sede autonómica de Izquierda Unida de Aragón en Zaragoza ha despertado esta mañana con numerosos cristales rotos y manchas de pintura rosa. El partido vincula el acto a un "claro intento de interferir en la campaña electoral". La formación ha informado que esta misma mañana se ha tramitado una denuncia para poder esclarecer los hechos.
La sede no dispone de cámaras por lo que será una investigación policial la que tendrá que determinar lo ocurrido. Aun así, los de Cayo Lara señalan que su trabajo estas semanas se está centrando en trabajar en las calles por lo que vinculan el acto a "aquellos que no les gusta ver lo que hacemos".
La formación apunta a que van a continuar con la campaña de manera natural porque"este tipo de actos no nos amedrentan y no van a impedir que La Izquierda Plural continúe presentando sus propuestas y haciendo que el poder de la gente sea el cambie las cosas".
Hoy el cordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, tiene programado acudir a la ciudad para continuar con la campaña por lo que respetarán las actividades previstas.
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