'Operación Combinación': el plan de Putin para infiltrar sus espías en el 1-0

En 2017 un enlace de Carles Puigdemont llamado Víctor Terradellas viajó a Moscú tres veces y se reunió con un representante de Putin. /EFE
En 2017 un enlace de Carles Puigdemont llamado Víctor Terradellas viajó a Moscú tres veces y se reunió con un representante de Putin. /EFE
En 2017 un enlace de Carles Puigdemont llamado Víctor Terradellas viajó a Moscú tres veces y se reunió con un representante de Putin. /EFE
En 2017 un enlace de Carles Puigdemont llamado Víctor Terradellas viajó a Moscú tres veces y se reunió con un representante de Putin. /EFE

En una charla coloquio realizada esta semana en el Casino de Madrid, una señora del público tomó el micrófono y preguntó a los ponentes: "Me dicen que los espías rusos están ayudando a la independencia de Cataluña pues quieren poner una base naval allí. Hoy he leído que los espías rusos estuvieron en Cataluña en 2017. ¿Qué les parece a ustedes?", preguntó a los conferenciantes.

Los conferenciantes no sabían qué responder pues el argumento parecía sacado de un guion de cine sobre malvados espías rusos que conspiran para desestabilizar el mundo. ¿Peliculero? Para los servicios secretos occidentales, no es una fantasía: esta semana se ha sabido que un conocido espía ruso estuvo en Cataluña en los días anteriores y posteriores al referéndum ilegal de independencia de octubre de 2017.

Todo lo que uno pueda imaginar de Rusia se queda corto. Vladimir Putin, ex agente del KGB (los servicios secretos rusos) ha montado una poderosa organización de inteligencia que emplea desde métodos sofisticados hasta brutales intervenciones para contrarrestar el poder de los países occidentales y de la OTAN.

Las pruebas de su penetración y manipulación en Occidente han ido surgiendo con el tiempo y son cada vez son más poderosas. En Estados Unidos, el fiscal Robert Mueller elaboró un informe en 2018, donde acusó a Rusia de tener un departamento para diseminar fake news (noticias falsas) y emplear bots (sistemas automáticos de envío de tuits). El objetivo era apoyar Trump en las elecciones presidenciales de 2016 y difamar a Hillary Clinton. Se llamó proyecto Lakhta.

El mismo sistema de desinformación se empleó en octubre de 2017 durante los días previos y posteriores al referéndum ilegal organizado por los independentistas en Cataluña. Desinformar, mentir, desestabilizar España.

El tinglado que han montado los rusos se llama la "combinación", afirmaba Mira Milosevich-Juaristi, una de las mayores expertas en Rusia, en un informe elaborado para el real Instituto Elcano sobre octubre de 2017. "La 'combinación' (kombinaciya) es una operación que integra diversos instrumentos: guerra cibernética, ciberinteligencia, desinformación, propaganda y colaboración con jugadores hostiles a los valores de la democracia liberal”, dice Milosevich-Juaristi. Y añade que está técnica de desinformación se empleó “en Cataluña durante y después de su referéndum ilegal".

Hemos visto la injerencia rusa en multitud de eventos. "En el referéndum del Brexit, en el referéndum holandés sobre el Acuerdo de Asociación UE-Ucrania, en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y en las elecciones alemanas y francesas", dice Milosevich-Juaristi.

Respecto a Cataluña, la experta en Rusia resaltaba en su informe “los ataques cibernéticos y las campañas de desinformación emprendidas” y "el aumento del 2.000% en la actividad digital rusa relacionada con Cataluña registrada durante el mes de septiembre [de 2017]". Siguiendo la doctrina de "debilita a tu enemigo, no lo invadas", salta a la vista que uno de los puntos débiles de España hoy es la inestabilidad en Cataluña.

Ninguna sorpresa

Para Milosevich-Juaristi no ha sido una sorpresa, y tampoco es una anomalía que los rusos se hayan fijado en Cataluña: refleja un intento ruso más "para influir en la situación política interna de otro país, sembrar confusión y proclamar el declive de la democracia liberal". Todo vale.

Esta semana, la prensa española ha revelado la presencia de espías rusos en España en 2017, y también se ha informado de cómo en ese año los independentistas catalanes trataron desesperadamente de buscar aliados como Putin. En 2017 un enlace de Carles Puigdemont llamado Víctor Terradellas viajó a Moscú tres veces y se reunió con un representante de Putin llamado Serguei Markov.

El 'Periódico de Cataluña' logró entrevistar a Markov esta semana en un restaurante de Moscú y sacarle algunas declaraciones. Markov reconoció que el enviado de Puigdemont le pidió que comunicase a Putin un intercambio. "Me plantearon que Rusia pudiera apoyar la independencia de Catalunya. Y que (a cambio) Catalunya podría decir que Crimea es parte de Rusia", afirmó el ruso al periodista de El Periódico.

Más todavía. Esta semana, la prensa española ha revelado que los servicios secretos españoles y occidentales han estado siguiendo la pista de un espía ruso en Cataluña en septiembre y octubre de 2017. Sergei Fedotov.

¿Por qué quiere Rusia desestabilizar España enviando espías? En los últimos 30 años Rusia ha ido perdiendo influencia en Europa oriental y en el mundo, tras la caída y el desmembramiento de la URSS. El objetivo ahora es recuperar su influencia en el mundo, usando como palancas cualquier conflicto que pueda debilitar a sus competidores. En el caso de España, el punto más débil ahora es Cataluña.

La forma de lograr ese objetivo no es como antaño, "destruyendo al enemigo", "sino influir en él, persiguiendo su decadencia interna", afirma en el informe. Es un técnica de equilibrio de poderes, propio de la concepción geoestratégica mundial de Putin sobre el papel de Rusia en el mundo.

Rusia es hoy una potencia mundial pero con una espina dorsal frágil. Económicamente España es tan gran potencia como Rusia, porque nuestro PIB es igual al de Rusia a pesar de que ellos tienen petróleo, gas, minerales y es el país más grande del mundo. España es el cuarto país más poderoso de la Unión Europea (cuando se vaya Reino Unido), y geoestratégicamente hablando, España es un país importante porque tiene salida al Mediterráneo y al Atlántico, puede controlar el estrecho de Gibraltar, es la puerta de entrada a África, todo lo cual explica que EEUU desde los años sesenta tenga bases militares en España.

La flota rusa, anclada en el Mar Negro (Crimea), debe salir al Mediterráneo pasando por un país de la OTAN como es Turquía. Por eso, cuida tanto a Siria, pues para salir del encajonamiento Siria le permite anclar en el puerto de Tartús, la primera base naval rusa fuera de su territorio.

Pensar que Rusia quiera poner otra base en Cataluña es tener la mente muy calenturienta. Para empezar, la OTAN no se lo permitiría. Pero pensar que Rusia puede usar Cataluña para debilitar a la UE no es una locura. Ellos saben que los independentistas son capaces de vender el alma de Cataluña al diablo con tal de conseguir sus fines. No es ciencia-ficción.

Veremos en el futuro más maniobras con espías rusos, ciberataques, desinformación, propaganda, fake news, deep fake, y mentiras creadas por los independentistas. Ellos hace tiempo que declararon la guerra. (Y los rusos lo saben).

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